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domingo, 2 de mayo de 2010

GUÍA PARA VIAJAR POR LOS SUEÑOS


Cuando tengo un objeto o un libro antiguo entre mis manos lo observo, lo acaricio. Imagino las historias que han dejado impresas en él sus antiguos dueños. Cuando viajo me ocurre lo mismo. En Atenas caminé por los mismos lugares que Sócrates. Incluso le vi rodeado de sus alumnos haciendo sus constantes preguntas. En la Alhambra paseé con los personajes de los cuentos de Washington Irving. En Roma lloré al ver los ojos de Miguel Ángel en su Juicio Final. Me acompañó cuando admiré su Moisés o su colosal David. Sufrimos juntos en Florencia viendo salir de La piedra a los Cautivos. Con El Bosco paseé por una de las más extraordinarias y fantásticas paginas de la historia del arte. Me sumergí en el misterio, en la imaginación disparatada y contradictoria de su Jardín de las Delicias. Cuando visito una ermita o una catedral, busco la marca del cantero y la acaricio... Porque sé que estoy acariciando un sueño.

12 comentarios:

  1. ¡Qué maravilla de texto, Mari Carmen!

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  2. Es cierto, Mari Carmen, cada piedra, cada pincelada, cada detalle habla de la historia de otras personas que, en el fondo, somos nosotros mismos. Te diré que yo experimenté esa sensación con más fuerza que nunca cuando viajé el año pasado a Segovia, ante el acueducto. No puede ser que las personas desaparezcan y las piedras queden, tiene que haber un secreto.
    De momento soñemos. Me cojo tu guía.
    Un abrazo.

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  3. Gracias Santiago por tu tiempo. Hace mucho que no cruzábamos palabras, las echaba de menos. Me alegro de que te haya gustado.

    Besos y abrazos.

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  4. Maribel, ¡Menos mal que hay alguien que me entiende! Muchas personas piensan que cuando viajo voy a ver “piedras” y no se dan cuenta de que no sólo son piedras, o cuadros, o lugares...son algo más. Son lecciones escondidas, anhelos, proyectos... sueños. Ahora gracias a todos vosotros me ocurre lo mismo con vuestros libros. Son pedacitos vuestros que viajan junto a mí.
    Besos y abrazos.

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  5. En fin, Mari Carmen. Un privilegio viajar así en esta época de cinco noches cuatro días. Nada que ver con esos tours frenéticos y agotadores: si hoy es martes esto es Brujas.
    Viajar -estoy contigo- es, por muy contradictorio que suene, detenerse, dejarse atrapar por una calle, por un cuadro, por un capitel.
    Un besazo.

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  6. Sí Aster hoy es martes y esto es Brujas. ¿Escuchas el rumor de los canales?
    Paseemos por los puentes, caminemos por las calles doradas, miremos hacia el cielo no al suelo...absorbamos como esponjas los aromas, los sonidos...no miremos la ciudad, sintámosla.

    Besos y abrazos.

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  7. Comprender, gracias a un texto como el tuyo, que todo está vivo, que todos formamos parte de todo, que no existe la realidad fuera de nuestras percepciones, por lo menos no existe para nosotros, incita a una bonita reflexión: la idea de que el "yo" no deja de ser una ilusión de nuestro cerebro ante la necesidad de un elemento identificativo para ocupar, cada uno, nuestro lugar en la evolución de la vida. Y es curioso que, cuando observamos una obra de arte, o leemos un libro antigüo, escrito hace siglos, o paseamos por las murallas o junto a un monumento, como dice Maribel, creado hace muchos años, estamos recreando esa realidad fuera del tiempo. Supongo que, a partir de ahora, nuestras visitas turísticas tendrán más corazón y acariciaremos, junto a la piedra o el óleo, a aquellos que los trabajaron.

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  8. Mari carmen, compañera de alguna que otra excursión, efectivamente viajar es volar con la imaginación e intentar recrear el momento mágico en el que el artista decidió legarnos parte de su alma en forma de cuadro, escultura, libro... Viajar es ver el mundo con los ojos de la ilusión para poder descubrir que no todos los pájaros blancos eran gaviotas. Viajar es aprender que, a pesar de su belleza, algunas plantas son invasoras. Viajar es sentir que bajo un mismo cielo podemos ser los protagonistas de mil historias diferentes. Viajar, a fin de cuentas, es hacer parte del camino acompañados por nuestra curiosidad y las ganas de llegar aún más lejos.

    Besos.

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  9. Emilio, cuando te gusta el arte, la historia, la literatura...es imposible mantenerte impasible ante la mirada antigua, de siglos, de canteros, pintores, orfebres...Su espíritu quedó prendido en sus hechos y se mezcla con el nuestro...Yo así lo creo, lo siento y lo percibo.

    Besos y abrazos

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  10. Alicia la imaginación y la curiosidad son imprescindibles, pero yo añadiría también llevar la mente abierta. Es imprescindible salir de los cánones establecidos, no cerrarse a otras culturas, estudiar...y aprender, siempre aprender y no perder nunca la capacidad de asombro.

    Besos y abrazos compañera de la vida.

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  11. A mí me ocurre lo que cuentas con las personas mayores. Cada arruga me sugiere un misterio, el de la marca del cantero del tiempo.
    Bueno, eso si no han utilizado bótox a discreción.
    Un abrazo.

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  12. Tienes razón José Antonio. Cada arruga es una historia del libro de la vida. Yo que tengo la suerte de trabajar con ancianos lo observo cada día, y no te imaginas qué historias las de nuestros ancianos. Con la época que les ha tocado vivir...guerra, hambre, miedo...amistad, superación, fortaleza.

    Besos y abrazos.

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