Don Félix, el hombre, no anduvo muy avispadillo y en el reparto le cayó el callejón. El Fénix de los Ingenios tenía nombre y méritos para una avenida pero en Portugalete le tocó esta trasera del cine Java.
El hombre mal que bien se acomodó hasta que al vecino del 19 le dio por reformar la cocina y le colocó el extractor ahí donde ven, en salva sea la letra.
En fin.
Lo cual demuestra, amigo Aster, que todos los mortales (escritores, amas de casa, toreros...) acabaremos en un lugar donde no existen rangos.
ResponderEliminarY, con un poco de enchufe, con un bonito extractor de humos debajo.
Si yo fuera fumador, quizás hasta me haría feliz.
Un abrazo.
¡Genial Aster! Esto si que es un maridaje perfecto entre la imagen y el texto. Se ve que alguna de la chispas, de las que nuestro ilustre escritor hacía gala, se ha escapado por el extractor y ha prendido en ti.
ResponderEliminarY mira que siempre digo que hay que caminar por las ciudades mirando al cielo y no al suelo. No sabía que el callejón del cine llevara ese nombre. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida...sino que se lo diga a D. Lope de Vega.
Besos y abrazos.
Pues menos mal que me lo has aclarado porque yo ando un poco espesa, creía que era un altavoz, hasta me había parecido un bozal, jeje...
ResponderEliminarQue curiosidades encierran nuestras calles, si nos fijáramos más...
Un abrazo.
Aster, pues igual en los últimos años el escritor ha andado algo ahumado por los vapores y aromas de esa cocina. Sin embargo no tengo yo tan claro lo de que tuvo mala suerte en el reparto. Acaso se merecía una avenida como tú bien dices pero si los muros de ese callejón hablasen sobre lo que han visto, intuido y oído tal vez saldría una obra de amores, pasiones, ilusiones, proyectos… Don Lope de Vega-muy mujeriego por cierto- estate seguro que estuvo muy distraído en aquellos años en que la oscuridad no significaba peligro sino todo lo contrario, era abrigo y refugio para parejas. De aquellas más jóvenes que no podían todavía acceder al Simca 100 de la canción. En ese callejón, parte trasera del cine Java, alguna que otra pareja se perdía al salir del cine por la puerta trasera para continuar el cortejo comenzado con alguna película de esas a la que la censura les hacía recorta, pega y te quedas con las ganas. Hablo de hace más de treinta años. Desde entonces para las parejas algunas cosas han cambiado-los fines de semana se llenan el Ibis y el resto de hoteles de dos estrellas de las cercanías a cambio de no ir al cine- pero para ese callejón empeoraron. La oscuridad pasó a ser un peligro y ese lugar un refugio de gente más incómoda y fue por ello que se tuvo que hacer la luz en forma de iluminación artificial.
ResponderEliminarAster, no me puedes poner una imagen de mi pueblo-nací en la casa del Ojillo que estaba adosada al convento de las Siervas de María- e intentar que comente con dos palabras. No puedo ja,ja,ja.
Besarkadatxu bat.
José Antonio, Mari Carmen, Maribel, Alicia: gracias.
ResponderEliminarNo había caído -es cierto, Alicia- en el lado positivo. Esa calle está cargada de la mejor Historia: la que escriben sus peatones, los espectadores de ese cine...
Jósé Antonio: la parca nos iguala, sí, tarde o temprano a todos; al pobre Lope de Vega con una lección de humildad por mucho que fuera del Siglo de Oro.
Para mí, Mari Carmen, -y fíjate que llevo años en la villa jarrillera- esta zona sigue siendo una fuente de sorpresas: la casa del gato, este espacio...
En fin, Maribel. Le has echado mucha más imaginación que yo...
Un abrazo, amigos.
A mi me parece - y coincido con el comentario de Alicia, que es magnífico - que Lope de Vega estaría encanado en la trasera de un cine...él, que, además, escribió tanto teatro. Y el cine, al fin y al cabo, es un continuador en el celuloide y ahora con otras técnicas, de la escena. Eso sí, lo dejaría ahí..pero lo adornaría un poco, le pondría un rótulo en condiciones, le quitaría el apósito...en fin, que le daría un poco más de apariencia. Y, en cuánto al lugar, pues, aunque no lo conozco, me suena que él, que era un tanto pendenciero y amigo del amor y sus batallas lo habría elegido para alguno de sus lances.
ResponderEliminarEmilio
Nota: ¿Os habéis fijado que, con la cañería, en la foto, el rótulo parece que forma una bandera?
Me habéis convencido, Emilio. ¿Qué iba a ser del pobre Lope si le hacen custodiar una de esas previsibles e impermeables avenidas donde siempre hay demasiada luz, demasiada prisa, demasiadas convenciones para que ocurra nada?
ResponderEliminarGracias, Emilio. Un abrazo.