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miércoles, 21 de julio de 2010

SEMANA NEGRA DE GIJÓN 2010 (SEGUNDA PARTE)

A lo largo de la Semana Negra, al comenzar las actividades a partir de las cinco de la tarde, las mañanas son una oportunidad de recorrer alguno de los lugares interesantes de Gijón. En última instancia, si el tiempo acompaña, un baño de sol combinado con otros de agua salada, son buena receta reparadora de las secuelas de un invierno y una primavera de días grises y pausados.
Gijón, no por conocido, deja de sorprender. El tren chuchu, que en años anteriores hacia la labor de recorrer la ciudad para disfrute de turistas, prestaba su servicio para acercar a invitados, visitantes y curiosos al recinto ferial. El autobús de servicio público Nº16, con mayor frecuencia en sus salidas, también acercaba a un Gijón centro hacia la playa de Arbeyal, en cuyo paseo exterior se instalan año tras año, con gran contradicción, un cúmulo de carpas blancas para el gran acontecimiento en negro.
Un bus turístico recién estrenado nos permitía hacer un recorrido por la capital y su extrarradio. El aire fresco de primera hora de la mañana se percibía a modo de caricia, mientras desde los auriculares, unas palabras acertadas a modo de susurro nos iban cautivando deseando poseer esos lugares aún desconocidos que percibíamos desde la majestuosidad de un asiento en primera fila del segundo piso de lo que pudiera haber sido una carroza tirada de bellos corceles.

La mañana invitaba a un placentero paseo. Eso en Gijón supone desde la Playa de Poniente bordear la costa hasta llegar a la playa de San Lorenzo. A mitad de camino se encuentra el Cerro de Santa Catalina. Justo en lo más alto, culminando lo que antiguamente fue una fortaleza, se encuentra lo que para mí es un altar de veneración al que acudiré cada vez que ponga mi pie en Gijón.
Se trata de la obra de Chillida El Elogio del horizonte.

El escultor pretende cuestionar la línea divisoria entre cielo y tierra, que para él no es ni recta ni redonda sino elíptica. Para conseguirlo juega con un muro curvo que a su vez se cuestiona simétricamente, aunque la pieza no es semejante en todas sus partes. Una media elipse de 500 toneladas y 12 metros de altura por 15 de longitud y 10 de anchura te acoge en su seno para sentir la grandeza y la inmensidad del firmamento a tus pies.
Esta estructura te permite ver y sentir con todo tu cuerpo. Te obliga a mantenerte de pie. Es difícil contemplar a nadie sentado bajo la elipse. Esta magistral escultura intercala el cuerpo, entre el cielo y la tierra, mirando al mar. Con sus brazos abiertos y su cuerpo compacto y, a la vez ligero, el Elogio parece querer lanzarse a volar dejándose llevar por los vientos, que en dicho lugar azotan con fuerza, para seguir el rimo de las olas del mar que chocan con ímpetu en la parte inferior del promontorio. No basta con verlo. Hay que pertenecer al grupo de los afortunados que al situarse a su lado lo sienten.


Con el periódico diario “A Quemarropa” bajo el brazo y desde la cuarta y más antigua escalera-datada de 1933- de las dieciséis que posee la Playa de San Lorenzo para descender a su arenal, procedía ir pensando en acercarse de nuevo hacia otra nueva jornada en la Semana Negra.
Un encuentro inesperado pondría el "momento corazón" al fin de semana. El actor y galán del cine español Arturo Fernández nos regalaba unas palabras de simpatía. Altura a todos los niveles.
Dos grandes símbolos en cartón piedra de nuevo nos daban la bienvenida. Eran los marcos de la puerta de entrada al festival, la pluma y los libros. Las actividades dedicadas al cómic en la Semana Negra de 2010 tuvieron dos ejes fundamentales. Una de ellas reflexiones, narraciones e historias sobre personajes que, tal vez injustamente, la historia ha dejado en segunda fila o a la sombra de otros personajes y la otra en torno a la exposición de originales de la obra "100 balas", una colección de 100 comic-books de 24 páginas.
En la Carpa del Encuentro, la tertulia del día llevó por título ”Comic. Futuros Narrativos”. Aquí no tomé apuntes, pero os aseguro que no estuvo falta de interés aunque reconozco que la motivación mayor la sentí en lo referente a la novela.

En la Carpa A Quemarropa-Movistar pudimos disfrutar de la presentación llevada a cabo por David López. Dibujante canario, comenzó su carrera publicando en diversos fanzines, hasta que en 1998 inicia la serie Espiral, que le abrirá las puertas del mercado americano, el que en la actualidad le aporta autonomía económica recién comenzada la treintena de años. Continúa con la serie Espiral por disfrute. Fue una presentación muy dinámica. El artista se mostró tan ágil con la palabra como con los rotuladores que utilizó posteriormente en la preciosa dedicatoria, con comic incluido, que tuvo el gesto de estamparme en el último libro de la serie. Por cierto que por si no la conocéis tiene tres protagonistas, Ana, Alicia y Jordi. En sus tramas hay humor, amor, sexo, ternura, acción, pero sobre todo un análisis profundo del universo femenino. El dibujo que me hizo, como no podía ser de otro modo, fue el de Alicia.

Se nos iban solapando las actividades pero había una presentación a la que no queríamos faltar, la de escritor vasco José Javier Abásolo. Volvía de nuevo a la Semana Negra con la novela Pájaros sin alas (http://elblogdeabasolo.blogspot.com/search/label/PAJAROS%20SIN%20ALAS)ambientada en el mismo Bilbao, en el Bilbao más actual. En la misma recupera algunos de los temas clásicos del género... pero pasándolos por clave vasca.
Nos volvimos a encontrar de nuevo con Jon Arretxe (http://www.jonarretxe.net/) haciendo peña con otros compañeros para apoyar la nueva obra. Os diré, como curiosidad, que el título corresponde a la traducción al castellano de una canción del cantautor vasco Mikel Laboa, “"Hegoak ebaki banizkio”. Cuando el cantante murió estaba a punto de publicarse el libro. José Javier se alegró de que por una vez la editorial no le cambiase el nombre propuesto quedando estampado a modo de un homenaje.

La última presentación a la que acudimos fue la del veterano Julián Ibáñez acompañado por el novel Paco Carasa, cuya obra comienza a reeditarse al tiempo que se publican sus nuevos títulos Giley y Perro vagabundo busca a quién morder. Un maestro que retorna.
Una mesa redonda,"Personajes y corrupción", una charla sobre el problema palestino y una expòsición fotógráfica daban por terminada nuestra participación en un festival en el que también hubo cifras:
152 autores participantes
217 actos organizados
845.000 visitantes
35.985 libros vendidos o regalados
Más de 200 periodistas y 80 medios acreditados
La montaña rusa situada próxima al recinto ferial, testigo de tan buenos momentos, iba quedando lejana.
A modo de resumen diré que la cultura ha estado a pie de calle, lejos de ese pedestal dónde algunos a veces la intentan situar. Se ha dado la mano con el ocio puro y la diversión, sin perder nada de calidad ni de respetabilidad por ello. He sido testigo que la cultura estaba entre la gente, entre toda la gente sin distinciones, como debe ser. Debo reseñar el compañerismo entre la gente que participa en este acontecimiento: escritores, público asistente, ilustradores, libreros, organizadores, periodistas… No ha habido barreras entre unos y otros más allá de las atribuciones puntuales a las que tiene que responder cada uno en determinados momentos. No ha habido nadie mejor que nadie, creo que ha dado lo mismo el que un escritor llegase con novela premiada bajo el brazo o acabase de llegar con su primera novela. Yo vi que a todos se les trató del mismo modo. Una experiencia para repetir y contar.



12 comentarios:

  1. Emocionada esta segunda entrega de la Semana Negra de Gijón; decididamente, Alicia, sólo por ese "Elogio del horizonte" que no conozco, ya Xixon merecería una pausada visita.
    Leo tus crónicas mientras termino una novela negra de Alicia Giménez Bartlett, "Muertos de papel". Lo reconozco: la inspectora Petra Delicado me ha mantenido un par de semanas en vilo.


    Gracias. Un besazo.

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  2. Hola Alicia,

    Me quito el sombrero ante el reportaje, pero, sobre todo, ante lo que transmites: normalización del fenómeno literario no como algo de unos pocos escogidos, sino como algo de todos y para todos.
    Me quedo con la frase: "Para un escritor, la literatura que no ayuda a sobrevivir económicamente puede ayudar a sobrevivir espiritualmente".
    Tengo los dientes tan largos que hago surcos en el suelo.
    Un abrazo.

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  3. Me dejas sin palabras, Alicia. Me ha encantado y emocionado la entrada a partes iguales. El comienzo, describiendo esos paseos por Gijón, acompañadas de unas fotos espectaculares me han hecho recrearme en un viaje virtual que me hubiera gustado realizar en un plano más real.

    Veo que lo pasasteis genial en la Semana Negra y me alegro que siguieras mi consejo el año pasado, hasta convertirte en una asidua del certamen. Por lo que contais todos debe ser algo único e irrepetible. He oído a algunos escritores describirlo como "un campamento de verano para escritores", y que el ambiente es buenísimo.

    Se me olvidó decirte el otro día que te hubiera gustado asistir a las disertaciones de Tristante, un profesor de biología de secundaria en cuayas presentaciones se aprende un montón. Ah, y te dejo el enlace a una entrevista de Carlos Salem que creo te gustará...

    http://en15minutos.blogspot.com/2010/07/15-preguntas-es-palabra-de-carlos-salem_21.html

    Gracias por compartirlo con nosotros. Un abrazo.

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  4. Aster, de veras que lo merece por el "Elogio del horizonte" y por todo, así que vete pensando en poner remedio.
    Para años venideros hemos dejado el Talasoponiente de reciente inauguración, dos horas y media de baño en circuito interior con chorros y demás artificios con opción de piscina exterior por encima del nivel del mar y a modo de balcón para poderlo observar, el Aquarium, el Parque Botánico con cuatro zonas diferenciadas de bosque y que lleva toda una mañana verlo y además tiene actividades nocturnas,...Vamos el viaje paralelo de Javier. Si Cantabria es infinita, Asturias es inmensa.
    Feliz lectura.

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  5. Jose Antonio, he transmitido lo que realmente sentí. También he de decirte que la opción de pasarlo bien era si o si. Si se dan las circunstancias necesarias, creo que la mayoria de las veces, se trata más de disposición a exprimir las oportunidades del momento que otra cosa.

    Esa frase me encantó. También tuvo su miga la de
    "Los debates son buenos para crear dudas, para seguir pensando, no para llegar a conclusiones", ya que hay personas que en las tertulias o debates lo que intentan es imponer criterios en vez de fomentar la reflexión.
    Un abrazo.

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  6. Armando, sabes que te estoy profundamente agradecida. Tú me pusiste la alfombra negra y yo, sin titubear un instante, pasé por encima de ella. Yo no sé hasta qué punto podría aconsejarle a cualquiera la experiencia, pero a ti te aseguro que sin dudarlo. De hecho, el año que aparezcas por Gijón yo no llevaré agenda para tomar apuntes y mandaré a mis compañeros de La nieve a que lean tú crónica ja,ja,ja.

    Armando, sé que Jerónimo Tristante es mi escritor pendiente. Presentó su último libro un día que no estábamos. No sabía que era profesor. Sé que es de valiosa palabra. El año pasado coincidimos en la presentación de un compañero.Él gestionó el diálogo con una complicidad e inteligencia para nota, en lo referente a las preguntas que le hizo.

    Con respecto a Carlos Salem, es lo que te decía en la primera parte de la crónica, tiene un desparpajo insolente e inteligente que convierte en éxito lo que escribe. De la entrevista a la que te refieres, he extraído las siguientes perlas literarias:
    “Escribo para fijar las ganas de vivir sobre el papel, para poder encontrarlas cuando las pierdo”.
    “Creo que el rito y la rutina viajan juntos en el mismo vehículo a la estación Aburrimiento”.
    “La inspiración es un nombre poético para explicar la sensación que se siente cuando uno se concentra y consigue tener el placer de escribir para sí mismo”.

    Por cierto, Carlos Salem se alegrará de nuestras palabras. Pasará sigiloso por aquí, al igual que lo ha hecho Jon Arretxe, que ha tenido el detalle de mandarme un email de agradecimiento en nombre de él y de José Javier Abásolo.

    Un abrazo.

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  7. Querida Alicia, ya sabía que la segunda entrega sería tan buena como la primera. Gran crónica y un buen cuadernillo de viaje.

    Preciosa la ciudad de Gijón y “El elogio del horizonte”, dan ganas de reproducir los movimientos de la escultura: extender los brazos hacia atrás, dar un salto y planear sobre las olas en busca del horizonte...todavía siento la brisa que has traído desde allí.

    El único problema que veo en la crónica, es que me has creado una duda. Uno de mis propósitos cuando acudí a la feria del libro de Bilbao, fue comprar algún libro de un autor vasco. Tuve entre mis manos un libro que llamó mi atención por el título “La calle de los Ángeles” y porque se desarrollaba en una ciudad de la que estoy enamorada: Lisboa. Como sabes, es de Jon Arretxe. Al final, y dada la carencia que tengo en lectura de poesía, me decidí por una antología de Kepa Murua...En fin, que me estoy enrollando. El libro de Jon quedó en espera para una siguiente ocasión. Pero ahora, has tocado una de mis fibras sensibles...la canción de Mikel Laboa. Esa canción es una de mis favoritas, tal es así, que era la que le cantaba a Iker como canción de cuna. Entiendo la fascinación que ha tenido en José Javier Abásolo.
    ¿“Pájaros sin alas” o “La calle de los Ángeles”? ¿Mikel Laboa o Lisboa? Creo que los dos...el invierno será largo.

    Gracias por tu crónica. Ya ves que tu viaje ha dejado huella y no sólo en el “papel”

    Besos y un fuerte abrazo.

    PD.
    Tenías razón, qué alto es Arturo Fernández.

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  8. Mari Carmen, qué dedo me cortaría sin dolor. No te voy a resolver el problema. Es más te lo voy a complicar. Yo voy a apostar por empezar el otoño con Shahmaran de Arretxe, para el verano tengo el cupo cubierto con los libros de "los chicos del foro". Me comentó que le interesaba mi opinión y aceptaré el reto.
    Mari Carmen, te digo como a Aster, tendrás que poner remedio, para opinar hay que experimentar. Espero que sientas casi cruzar el horizonte.
    Intentaré añadir a la crónica la canción de Mikel Laboa.
    Gracias a ti y a todo por qué sin vosotros la ilusión que pongo en las crónicas no sería la misma.
    Un abrazo y feliz fin de semana.

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  9. Gracias Alicia por incluir la canción. La literatura, nuestra literatura se mezcla con la vida...

    Como hay compañeros que no saben euskera, aunque el sentimiento de la canción se transmite incluso sin palabras, creo que es interesante que añada la letra y la traducción de la canción... Así no hay posibilidad de que se pierda ningún detalle.

    TXORIA TXORI

    Hegoak ebaki banizkio
    nerea izango zen,
    ez zuen aldegingo.
    Bainan, honela
    ez zen gehiago txoria izango
    eta nik...
    txoria nuen maite.

    * * * * * * * * * *

    Si le hubiera cortado las alas
    habría sido mío,
    no habría escapado.

    Pero así,
    habría dejado de ser pájaro.

    Y yo...
    yo lo que amaba era un pájaro.

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  10. Por fin, Alicia, he podido saborear esta segunda parte de la Semana Negra. Estoy convencida de que si alguna revista literaria leyera tus crónicas te contrataba. Impactante e interesante la obra de Chillida. ¿Y te hicieste foto con Arturo Fernández? Lo que tú no consigas...
    Gracias, por habernos llevado contigo en la maleta, y estoy segura de que también en el corazón. Gracias.
    Un abrazo.

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  11. Maribel, yo creo que las crónicas que hago son la prueba del impacto en mi de haber caminado junto a todos vosotros durante más de un año. Es por ello, que la que está profundamente agradecida a todos soy yo. Siempre me han dicho que soy buena comunicadora, pero ha sido viendo estas dos crónicas seguidas cuando he sido un poquito consciente de ello y de que...tengo mucho rollo. No te haces ni idea de lo que he omitido de lo confesable ja,ja,ja. Amigos que me leen en sigilo, esta vez me han mandado mensajes para decirme, aunque está mal que yo lo diga, que en esta ocasión me había salido.
    Arturo estuvo graciosísimo. Nos aclaró que sólo una foto. Le quedaba todo el paseo y, a más de una foto por admiradora, no llegaba a casa a una hora seria para comer. Si te fijas llevaba en la carpeta verde los textos que había estado estudiando en un lugar fresco. Cuando mi marido se dispuso a sacar la úníca foto ¡Menuda responsibilidad que le eché encima! Me dice Arturo, con su acento asturiano:
    -Chica, ¡Hasta dónde se va este hombre a sacar la foto!Para una vez que nos encontramos que nos saque bien de cerca.
    Un besazo.

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  12. Qué suerte...!no nos ha hecho falta ir a Gijón! Con cronistas asi podemos ir al fin del mundo. Enhorabuena y gracias, Alicia...ha sido un espléndido trabajo. Magníficas todas las fotos también. Muchísimas gracias de parte de todos los que por aqui pasamos. Estoy seguro que no me equivoco respecto a lo que todos los lectores de tu crónica sentimos. Un abrazo.

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