Sé que no va a ser una crónica al uso, pero si una crónica de unos momentos que cada uno los intentó disfrutar a su manera y yo simplemente voy a relatar la mía.
Dentro de las posibilidades que había, en nuestra provincia sólo dos ayuntamientos, el de Barakaldo y el de Ermua, se atrevieron a montar pantallas gigantes en instalaciones municipales para que la afición siguiese el ansiado partido. De alguna manera, y con el ambiente político del Pais Vasco, era entendible que una decisión de esta índole podría originar enfrentamientos entre gente del entorno radical vasco y los que, sin necesariamente ser españolistas, estarían dispuestos a tener el nombre de España en su boca.
A las seis en punto se abrían las dos taquillas del frontón del Parque de Los Hermanos de Barakaldo y ya estabamos en la fila para no quedarnos sin las entradas para disfrutar de lo que podría ser la gloria para unos chicos que realmente se lo habían ganado en los previos. Holanda no lo iba a poner fácil pero todos estábamos dispuestos a empujar.
Conseguidas las entradas, teniámos tiempo para dar una vuelta por el pueblo y, con la agradable temperatura de la tarde, saborear unos momentos de terraza al aire libre.
De mientras, los equipos técnicos procedían al montaje de la pantalla en la que posteriormente disfrutaríamos del evento.
Sobre las siete ocupamos nuestros asientos para ser testigos del programa que, con gran despliegue de medios, había preparado Tele5 previo al partido.
Cuando llegaron los jugadores, junto con el entrenador Vicente del Bosque, el frontón, con un aforo de 700 asientos, estaba casi totalmente ocupado.
La llegada de Nelson Mandela al interior se solapó con la de un grupo de jóvenes del entorno radical al exterior del frontón. La entrada del Concejal de Educación del municipio y otros cargos políticos del PSOE, originaba pitidos y otros gestos de repulsa. Asi mismo la entrada de aficionados con camisetas y banderas españolas también fue considerada una provocación y las increpaciones fueron mutuas sin llegar más lejos de las palabras ya que el frontón desde primeras horas de la tarde era custodiado por operativos de la Ertzaintza y no faltaron los guardaespaldas que, a dos por cargo político, se les adivinaba alertas en todo momento.
Un partido, que no voy a relatar ya que seguro que casi todos fuisteís testigos del mismo, duro en el juego holandés y con jugadas brillantes del equipo español, sobre todo avanzada la segunda parte, nos llevo a una prórroga que no conseguiríamos ver en el frontón.
Debido a un fallo, y de origen dudoso, de una de las fases de las instalaciones eléctricas tuvimos que abandonar las instalaciones y el final lo vimos en el Café Avenida de la localidad fabril.
Considero que fue un día histórico para los amantes del deporte y que reunió a familias y amigos en torno a un equipo que ha dado la talla a todos los niveles desde el principio del campeonato.
El programa posterior al partido lo vimos en casa. Uno de mis hijos tenía invadido el salon con su cuadrilla y nos sumamos al grupo para los comentarios y la celebración final. Por cierto no me puedo quedar sin nombrar el beso de Casillas a su novía Sara Carbonero, periodista de Tele5.
Explosión de emoción ya no contenida.
Como broche de una crónica de urgencia, pues salgo pitando a ocupar mi puesto de trabajo, queda la música que no podía ser otra que la de Queen:
Curioso, compañera, cómo nos complicamos la vida en este país: ese grupo de chavales juegan de cine, hacen un fútbol exquisito.
ResponderEliminarPor cierto, hay una página http://www.cuentosymas.com.ar/index.php donde se pueden leer y colgar micros sobre el mundial. Algunos son excelentes.
ResponderEliminarTambién podéis encontrar algunas joyitas en http://cuentitosfutbol.blogspot.com/
Como veis cada loco con su tema...
Sí... es triste contemplar la cerrazón y la falta de generosidad de algunos...ayer mismo, jugando al futbol, había una serie de jugadores catalanes que tienen un sentimiento nacional fuerte pero que estaban allí, haciendo piña, unidos y uniendo. Yo, si juega Europa contra Asia iré con Europa y supongo que si jugara la Tierra contra un hipotético equipo de Marte también. El mismo Guardiola, que es un "nacionalista" catalán acérrimo estaba allí. Y no digamos Fernando Llorente, vasco-navarro y que ha vestido la camiseta de Euskadi. También estaba allí, lleno de felicidad y en un acontecimiento histórico. Supongo que nadie pensará en tacharle de "traidor". Realmente miro el día en que desaparezcan los extremos y cada uno pueda defender sus sentimientos y opciones en paz. El mejor modo no es "agredir" a los otros. Muy valiente, Alicia, tu postura. Porque demuestra que no te arredras ante posturas "nazis". Que, de un lado y de otro, las hay en el País Vasco y en el resto del Estado. Tu pones la palabra donde otros ponen la ira. Gracias. Preciosa crónica.
ResponderEliminar“Vive y deja vivir”
ResponderEliminarCon lo fácil que es de aplicar y lo complicado que nos lo pone, gracias a Dios, una minoría.
Jugaron bien. Se merecieron ganar y hay que estar contentos. Como cuando ganó la selección de baloncesto el campeonato del mundo o ese jovencito que enriqueció el partido de ayer el trofeo de Wimbledon o...
Gracias Alicia por acercarnos la crónica de tu partido.
Guarda las entradas, será un buen recuerdo.
Preciosa y valiente crónica, Alicia. Tengo que confesar que ponerme en situación (los seguidores de la selección en el frotón, los radicales incordiando en el exterior...) me pone los pelos de punta. Es que no lo puedo entender, supongo que tendría que vivir en el País Vasco para hacerme una verdadera idea. En cualquier caso, los setecientos valientes que ocupastéis los asientos sois un verdadero ejemplo de libertad, tolerancia y democracia. No sé si en este momento me emociona más el triunfo de España (que me emocionó mucho) o vuestro gesto.
ResponderEliminarGracias, Alicia, por ser como eres.
¡Ah! Y el beso de Casillas a su novia me pareció precioso. Si es que en el fondo una es una romántica.
Un fuerte abrazo.
Querido compañero, gracias por las propuestas de lectura sobre el mundial. Ha sido un placer recibirte en mi lugar de trabajo y compartir unos momentos de charla contigo. Como siempre, yo, tan expresiva y locuaz, hablando mucho para expresar poco y tú, tan justo y comedido, hablando poco pero expresando mucho.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Emilio. Dicen que los extremos se tocan y en política es una gran verdad. Una vez que hicieron notar su presencia y comenzado el partido se marcharon y todo siguió en paz. En el País Vasco a medida que el campeonato fue avanzando tímidamente comenzaron a verse símbolos que molestaban a una parte. Muchos tomaron el camino de en medio y te puedo comentar que en localidades muy euskaldunes, pero con historia largamente deportiva a otros niveles, como Lekeitio y Bermeo optaron por camisetas de color naranja para evitar el rojo y amarillo. A mi manera de ver una salida airosa para un tema complicado. Una manera de separar el deporte de otras connotaciones.
ResponderEliminarUn abrazo
Mari Carmen, esa minoría acaso en alguna cosa tenga la razón, o sus razones. Desde luego no en las formas o foros de manifestarlo y tú sabes que ahí surgen los problemas. El incidente no impidió que disfrutásemos del partido a lo grande.
ResponderEliminarCon respecto a las entradas ¡Menos mal que saqué fotos! Al entrar se quedaban con ellas y al salir, como fue de forma apresurada para buscar un lugar dónde ver la prórroga, no tuve la cabeza para pedirlas de recuerdo.
Un abrazo.
Maribel, aclaro que nosotros entramos sin ningún tipo de problema debido a la prontitud en ocupar nuestros asientos. Tampoco me esperaba esa reacción. Por el cargo que ocupo y al trabajar en el municipio de Barakaldo, conozco personalmente al Concejal de Educación. Estuve breves momentos con él en el intermedio. Me comentó que no por ser habitual se llega uno a acostumbrar a que le abucheen.
ResponderEliminarMaribel si te soy sincera me resultó muy duro ver por las cristaleras de la parte superior del frontón a alumnos del instituto ondeando ikurriñas, mirar hacia el interior y también alumnos nuestros con alguna bandera española y saber que eso es motivo de confrontación. Jóvenes que el año que viene van a compartir aula y profesora, o sea a mí. Los años hacen que desarrolles estrategias para la buena convivencia y afortunadamente nunca he tenido problemas al respecto.
¡Me encantó el beso! Por cierto que lo he añadido a la crónica, yo también soy una romántica ¡Olé por este momento corazón!
Un abrazo.
Hola Alicia,
ResponderEliminarTe voy a nombrar campeona de la tolerancia y el respeto, aunque no creo que aceptes el título.
Por cierto, a mí también me ha encantado el beso de Iker Casillas. ¡Qué capacidad de aguante han tenido estos chicos!
Un abrazo.
Jose Antonio, no soy perfecta. Sólo intento. como buena filosofía, no abrirme mas frentes que los que el vivir la vida lleva consigo y que exceden a mi control.
ResponderEliminarCon repecto al romanticismo ¡Bienvenido al grupo!
Un abrazo
Alicia...!las camisetas de color naranja eran las de Holanda! O sea que, en Lekeitio y Bermeo peor me lo pones...se pusieron exactamente las camisetas contrarias a España...Si no fuera por el significado...me parecería incluso un lapsus divertido en tu comentario, je, je...en fin...espero que a Javi Martinez y a Fernando Lorente no les pongan la cruz los abertzales.
ResponderEliminarDe todas formas lo tienen muy fácil: en el momento es que no haya violencia todos lucharemos por un referendum y lo que salga - sin presiones - que se cumpla. Es intolerable la presión y el miedo continuo que se nota en algunos momentos. Yo pasé por Tolosa - curiosamente lugar de nacimiento de un vasco-vasco como Xabi Alonso - y, la verdad, me quedé alucinado como, en fiestas, había una exaltación una increible exaltación de ETA. Me senti incómodo con el coche con matricula de Madrid. Y no te digo nada en Mondragón. Supongo que todo el tema de la selección habrá levantado chispas en algunos lugares. Por lo de las camisetas naranjas ya veo que en bastantes.
Enhorabuena de nuevo y gracias por la crónica y comentarios.
Port
Emilio, lo de la marea naranja que tú comentas, surgió en Navarra con una convocatoria en las fiestas de San Fermín para que el domingo día 11 fuese una manifestación contra "el integrismo catolico-fascista español, contra la manipulacion de masas, contra la bandera rojigualda, para contrarestar lo que algunos consideraba imposición de gastos del herario público...". Varias cuadrillas, a nivel particular y sin ningúna convocatoria como la de Iruña, le dieron otra vuelta de tuerca a lo que yo comentaba de desarrollar estrategias de convivencia y lucieron la camiseta naranja haciendo su lectura que es la que yo comentaba. No me digas que no es una manera ingeniosa y divertida de demostrar que un color puede representar a ambas aficiones ya que los simbolosa son exteriores y lo que importa es el sentimiento interior. Ese es el que tiene que ser libre.
ResponderEliminarNo lo comenté por error. En concreto fue Joseba de Bermeo, seguidor sigiloso de La nieve, por raices vasco hasta la medula y tolerante también, no os quiero hablar de sus apellidos..., el que me lo comentó y como tu bien has dicho, Emilio, tiene su guasa.
Continúo con el tema del mundial en el blog de Jose Antonio que ha hecho también una entrada al respecto.
Un abrazo.
Bueno...pues cada uno utiliza los colores como siente y cree, je, je...y en fin, algo que hiciste precioso, como fue la crónica y el título que la pusiste Campeones del Mundial...ha ido derivando, incluso en el blog de Jose Antonio, al que nos remitiste, en una serie de alegatos y antialegatos sobre lo que nos separa y une. Es una pena pues yo creo que nadie será capas de resolver algo tan complejo como lo que se ha llamado "el tema vasco" o "el problema catalán", temas de los que demás, cada cual, tiene su visión, según el lugar que ocupe y la sociedad que viva. Quizás cuando sólo quede el orgullo y las emociones de las "patrias chicas" y la única patria grande sea el mundo, y toda la Humanidad seamos capaces de unirnos aunque defendamos nuestro sentimientos y características diferenciales esto se arregle. Tú lo hicieste bien, muy bien, Alicia...pero al final siempre que se tocan temas del "nacionalismo" ( de uno o de otro ) se entra en debate. Quédemonos con tu bonita crónica, con tu capacidad periódistica, y quedémosnos con la amistad y el cariño que sentimos. Las "exaltaciones" y las "banderas" llevan siempre a sensaciones encontradas y a elementos ajenos a la racionalidad y la lógica. Y en cuñanto al significado de los colores hay que ver lo que cambian...fíjate que el rojo era el color de la revolución marxista y ahora es el símbolo de un equipo de futbol y de este país de paises...Sí, mejor el naranja y que cada uno se lo tome como desee...Un beso.
ResponderEliminarEmilio, no hubo silencio por miedo, por enfado o por falta de discurso. Simplemente, y utilizando vocabulario deportivo, tal como se presentaba el partido decidí quedarme en el banquillo. Sentí no estar jugando en mi campo. Añadir que creo que cada día es una nueva oportunidad para dejar de mirar atrás e ir cerrando las heridas de ambos frentes, por qué no dudes que por ambos lados se cometieron errores y aún queda mucho dolor. Acaso discursos como el tuyo, no exento en algunas partes de razón, de volver al pasado sea una de las múltiples razones que impide ver con claridad el futuro.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias por traernos esta entrada hasta La nieve. Admiro tu valentía por acudir al frontón y por contarnos lo sucedido. Es cierto que para los que no somos vascos nos resulta chocante, pero Arantza me ha contado muchas cosas parecidas y lo entiendo un poco más, aunque me cuesta bastante.
ResponderEliminarEn Menorca leí en los periódicos la repercusión en diferentes ciudades. Por lo visto la plaza Moyúa estaba llena de gente celebrando los triunfos de la selección y ya sabía que en un frontón de Barakaldo hubo problemas con la luz y se quedaron sin ver el final del partido. Lo que no conocía era toda la intrahistoria de alrededor.
John Carlin, el autor de "El factor humano" (de donde ha salido la película "Invictus") escribió el otro día en prensa madrileña que este mundial se suponía que serviría para unir un país. La intención inicial era hacerlo con Sudáfrica, pero parece más bien que lo había conseguido con España, olvidándonos de ideologías, nacionalismos ni otras historias. Los del Barça abrazados a los del Madrid y estos a los del Athletic, todos juntos, felices y en armonía, sintiendo los colores de su selección. Me emocionó ver dos millones de personas en la calle celebrando el triunfo, aunque luego no nos unamos para otras cosas.
Espero que poco a poco estas cosas vayan siendo más normales, y podamos todos vivir en paz. Sólo deseo que todo el mundo comprenda que es la única manera de que esto siga adelante.
Un abrazo.
Gracias Armando por pasarte por aquí.
ResponderEliminarCreo que todos hemos disfrutado de este mundial y eso es lo que nos debe de quedar. Saber que los sueños, a veces, se convierten en realidad.
Un abrazo.