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martes, 27 de octubre de 2015

EL BOSQUE DE LA VIDA

Como está muy próxima la fecha del Día de los Difuntos quisiera hablaros de un lugar muy especial que he visitado este fin de semana.  Se trata del Bosque de la Vida. La Universidad del País Vasco decidió convocar en el año 2000 un concurso para la construcción, dentro del Campus de Leioa, de un espacio destinado a resguardar las cenizas de las personas que donan su cuerpo a la investigación científica.
El proyecto ganador propuso la creación de un lugar que nunca esté cerrado, donde no existan caminos, ni puertas, ni orden, ni números, ni límites... "Proponemos la construcción de un bosque. No buscamos un objeto, sino un lugar. Lugar que no es un cementerio, no es un parque, no es un panteón, es sólo un bosque", dijeron los autores. El 'Bosque de la Vida' consta de veinte árboles de acero cortén, para cuya disposición se ha seguido imaginariamente el dibujo de unas manos realizadas por Eduardo Chillida en 1985. Cada uno de los árboles tiene entre 14 y 18 metros de altura y 45 centímetros de diámetro y se compone de tres partes: el tronco, cada uno similar, pero diferente del resto, en cuya parte inferior se sitúa el urnario propiamente dicho, con ocho repisas dispuestas verticalmente que se protegen con una puerta mimetizada (cada árbol podrá contener 16 urnas, por lo que el total inicial es de 320 de las cuales ya se han ocupado 200); la copa, formada por un conjunto de elementos tubulares de acero inoxidable de 2 cm de diámetro, es el elemento dinámico del Bosque, un tejido espacial que configura una suerte de cubierta sugerida o, mejor aún, un artefacto sonoro suspendido; y el alcorque, que es de acero cortén y lleva grabado el número de identificación del árbol. En el centro del bosque se alza un olivo milenario, pertinaz testigo de la temporalidad del lugar. Junto al olivo, se ha colocado un banco, que recuerda esa barca que, tanto en la obra de Dante como en la mitología clásica, es el vehículo para el último viaje,
Ubicado en el arboretum, zona que contiene mas de trescientas especies de arboles, y al pie de la Facultad de Ciencias en la que yo llevé a cabo la licenciatura en Ciencias Químicas, es un espacio singular y único, que sirve de reconocimiento a la generosidad de tantas personas que mediante la donación de su cuerpo, hacen posible el avance de la medicina, tanto en el campo de la docencia como en la investigación.
  

12 comentarios:

  1. Estupenda forma de celebrar el Día de los Difuntos. Intuyo que, durante esa visita al Bosque de la Vida, muchos pensamientos pasaron por tu cabeza y muchas personas que ya no están te acompañaron. Gracias por compartirlo.

    Un abrazo.

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    1. Jose, sobre todo pensé en esas personas que también son solidarias tras haber traspasado la frontera de su vida. Y sí, me senté y pensé que de nosotros lo que al final quedará serán esos gestos altruistas que hicimos en algún momento hacia alguien que así lo precisaba. De no ser así, al menos esperemos no dejar deudas a nuestros herederos, ja,ja,ja.

      Un abrazo.

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  2. Muy oportuno tu post, compañera. La semana pasada apareció en la prensa un reportaje sobre ese último gesto y ese bosque tan especial.
    Gracias

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    1. Aster, cuando yo andaba en la uni, recuerdo los problemas que había en la facultad de Medicina para conseguir cuerpos. De hecho, a las bañeras de formol para el estudio del alumnado llegaban aquellos indigentes que nadie reclamaba. Siempre me impresionó aquella historia. Personas que la gente ignoraba acababan siendo el foco de muchos ojos ávidos de aprender. Con el tiempo cada vez hay más voluntarios para esa misión o para otras tan importantes como son las vías del trabajo de investigación.
      Este pasado domingo, se celebró la primera edición de la Feria de Plantas de los Cinco Continentes, que reunió a 27 productores en el Arboretum del campus de Bizkaia, Las carpas de la feria estaban al lado del Bosque de la vida y no pude por menos que aprovechar para visitar este lugar único.

      Un abrazo vital.

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  3. Es una forma maravillosa de celebrar la vida, la esperanza y un futuro en el que no sólo viviremos mejor, sino que también moriremos con más dignidad gracias, como siempre, a los avances científicos y la generosidad de muchos. Gracias por compartirlo, ahora ya sé adónde iré a dejar flores, y dónde las recogeré.
    Un abrazo.

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    1. Esther, tus palabras están llenas de sabiduría. En el Bosque de la vida no molestan ni los individuos, ni tampoco sus actos: una ofrenda floral sería un elemento más que se suma al conjunto. Es también como un reloj natural, que puede registrar el paso del tiempo por su posición relativa del sol. Es un instrumento de sonidos, permite escuchar el viento, los trinos de las aves y los pasos que se aproximan. En definitiva un lugar para descansar en paz.

      Un abrazo esperanzador.

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  4. Me ha impresionado este Bosque de la Vida, un lugar de paz, como bien se aprecia, y un lugar de gratitud. Hermoso reportaje, Alicia.

    Un abrazo.

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    1. Maribel, además de una forma de gratitud también es una manera de difundir, por medio de esa gran obra de arte, una necesidad. En el País Vasco ya hay más de mil personas en posesión de la tarjeta de donante de su cuerpo para la ciencia. A veces hay gestos que no se hacen simplemente por ignorancia. Los cadáveres son esenciales para la medicina. No creo que se puedan reemplazar con hologramas o maniquís. Aprenden con los libros de texto y hacen consultas en las enciclopedias o en internet, pero los cadáveres son los que les muestran las cosas como son en realidad.

      Dentro de que se trata el tema de la muerte esta entrada es un canto a la vida. Me alegro que así lo hayas visto.

      Un abrazo.

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  5. Nos guste o no, la vida y la muerte es un binomio indisoluble en el que, como es el caso, no se sabe dónde concluye un término y comienza el otro. Un precioso proyecto y un emotivo homenaje a todas esas personas que, incluso en la muerte, demuestran su generosidad hacia los demás. Y pensar que no lo conocía… Gracias, Alicia, por descubrírmelo. Tengo que ir a verlo sí que sí.

    Besos y abrazos

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    1. Mari Carmen, efectivamente, has de visitarlo sí o sí.

      Si miras en internet, el panorama de muchas facultades en lo que se refiere al trato de los restos finales de los cuerpos que se brindaron en pro de la ciencia deja mucho que desear. Sin ir muy lejos, se decía que en los sótanos de la Universidad Complutense de Madrid hay un sótano que bien pudiera parecer el de los horrores. El año pasado aun no lo habían resuelto. Cuando llegan los recortes para los vivos para los muertos no quedan ni cerillas. En fin.

      Un abrazo.

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  6. Fenomenal reportaje.El bosque que da paso al otro plano de la vida a través de la muerte. El plano de lo no circunscrito, sin espacio ni tiempo al tiempo que ha servido para mejorar nuevas situaciones de la parte limitada de la vida.

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    1. Hola Diego. Bienvenido a este espacio fresco y vital de La nieve aunque hablemos de muerte, eso sí, como bien habrás podido ver, desde el prisma de la esperanza.

      Un abrazo.

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