Él vive en el silencio de quién da sin pedir nada. Ensarta notas en las cuerda de su guitarra, una a una, delicadamente. Con acordes y desacordes cose su corazón, zurce su alma, se reinventa cada día para darnos, si escucháis, el mundo que soñamos. Prestadle atención, es lo único que os pide.
“Tenemos un don que se rebela ante el miedo en la fantasía. No dejéis que se pierda en la soledad ni en las lágrimas. Vestir de verbo el silencio y el dolor...Escribir el mundo como no es.”
Todos tenemos algo que aportar, Mari Carmen, en este mundo cada vez más globalizado. En la variedad está el gusto y a mí me gusta picar de todo lo que veo y oigo, cuanto más mejor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lírica, música; no están muy claros los límites.
ResponderEliminarGracias, Mari Carmen.
Un abrazo.
Mari Carmen, bajo esos melodiosos acordes, intentaré seguir escribiendo el mundo como quiero que sea. A veces coincide con la realidad. Lo escrito, otras veces, se queda en unos simples sueños. Al fin y al cabo, soñar es generar aliento, ilusiones y esperanzas para continuar en el camino marcado por nuestra conciencia sin perder el rumbo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Da gusto saber que siempre estáis tras la puerta, que habéis seguido la escala musical que he arrancado a mi guitarra. Sabéis antes yo tenía una...la hecho de menos.
ResponderEliminarGracias por utilizar ese don que tenéis que es más que la fantasía...el corazón. Jose, continua picando de todo. Aster, sí, no hay mucha diferencia entre la lírica y la música. Alicia, continua escribiendo el mundo que quieres.
Os quiero acercar un poema de Blas de Otero
LA COMPASIVA
Para alisar el pensamiento y sosegarlo y serenarlo.
(Cuando dos pensamientos contrarios luchan dentro de la frente.)
La nieve.
Para serenar los ojos cegados por el dolor y la injusticia y el odio
y orientar mi corazón entre la borrasca, y las olas, y el desamparo.
(Cuando la noche rodea tus ojos y mis pasos vacilan y se pierden.)
La nieve.
Para alisar el alma, el alma estremecida y jironeada.
(Cuando tres pensamientos contradictorios batallan en mitad de la frente: los poderosos, los avasalladores, los aniquiladores...)
La nieve
la compasiva
nieve.
¿No me digáis que este poema no está escrito para nuestra Nieve?
Besos y abrazos a tod@s
Desde luego, Mari Carmen, la Nieve es el faro que nos orienta en medio de la borrasca, y sus individualidades arman el puzle perfecto.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Ingeniosa composición musical, Mari Carmen! ¿Qué tienen las guitarras que sepamos arrancarles notas o no nos seducen? Me ha gustado, y me ha gustado también esa partitura-corazón con la que ilustras tus letras.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si, Jose Antonio, La Nieve más que un foro es un faro. Ya nos lo advierte Aster en la presentación: “Encontrar un aliado en medio de la nieve, ver las huellas de otro rompiendo la monotonía blanca, ayuda a seguir caminando, a continuar escribiendo.”
ResponderEliminarY ayuda, ayuda mucho, ¿verdad?
Maribel, ¿qué tendrá la guitarra? Una forma sugerente, casi humana, con un corazón dulce y envolvente. Pasar la mano por los arpegios y rasgar sus cuerdas es acariciar la música.
ResponderEliminargracias por tus palabras, siempre empujas y animas mi escritura.