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martes, 24 de agosto de 2010

Gato encerrado



A ese gato que se asoma hoy a esta ventana nunca lo había visto. Había pasado cientos de veces junto a esa casa a la que se ha encaramado y jamás había reparado en él. Cierto es que uno va deprisa a todas partes, que pocas veces tiene la oportunidad de andar por andar, de mirar, de observar lo que a diario simplemente ve. Admitamos que lo ocultan los árboles y que el palacio que se levanta apenas a unos metros es un serio competidor pero, así y todo, mi despiste con este gato de mi barrio es imperdonable.
Cuando leáis esta entrada estaré bastante más al Sur, a orillas del Atlántico, lejos de este felino que tiene una vista privilegiada del Cantábrico. Sirva esta imagen para hacerle justicia y para animaros a observar, a mirar; a andar por andar.

4 comentarios:

  1. Para ir de Santurce a Portugalete, o viceversa, hay dos itinerarios emblemáticos. El primero es el de la canción “Desde Santurce a Bilbao”, vamos por la orilla de nuestra ría. El otro es el familiarmente denominado “la vía del tranvía” al haber sido transito de este antiguo medio de transporte hacia los años 1880. Ese gato está encaramado en este último itinerario.
    Aster, a mi me pasó como a ti. No me había percatado de su existencia ¡Y mira que habíamos pasado veces por ahí! Fue a raíz de Javier compartir afición ciclista con David, un compañero de su edad de Santurtzi. Con ocasión de tener que ir a recogerle, para llevarles a una prueba del campeonato OPEN de Navarra, Javier nos dijo que había quedado con él en la Casa del Gato…
    Miraremos, seguro que continuaremos mirando.
    Un abrazo.

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  2. Yo si conocía a este gato. Cuando tenía unos doce años, no hace tanto de eso ja, ja.., Marga, una amiga, y yo soñábamos con tener una casa. Teníamos dos opciones según las posibilidades económicas. La primera El Palacio Oriol, la segunda esta casa.

    Obviamente no soy dueña de ninguna de las dos, pero me alegré cuando la rehabilitaron para la escuela de música, igual que cuando rehabilitaron el Palacio Oriol. Por desgracia, por culpa de la especulación inmobiliaria hemos visto desaparecer palacetes de nuestro entorno.

    En cuanto a lo de caminar...yo siempre digo que tenemos que caminar por las ciudades mirando hacia las nubes, encontraremos fantásticas sorpresas.

    Un fuerte abrazo y disfruta del Atlántico, nosotros cuidaremos del Cantábrico.

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  3. Gracias, Alicia. Habrá que aprender a mirar.

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  4. No sé, Mari Carmen, a cómo os saldría el metro cuadrado de esas casas. En fin: la patria no es sino la infancia.

    He echado de menos el Cantábrico, Mari Carmen. El agua por Huelva es diferente, más tibia y salada.
    Un besazo.

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