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Acabo de terminar una novela de Luis Manuel Ruiz, El ojo del halcón. Tal vez el argumento -una mezcla de novela negra e histórica- no resulte sorprendente pero sí los mimbres con que está construida: el protagonista, encargado de resolver el enigma, no responde en absoluto al modelo establecido; es un jubilado que empieza a flirtear con la muerte.
El estilo del autor es impecable, sobre todo cuando se detiene en una descripción o comparte con nosotros las cábalas del anciano.
Para apreciarla conviene, eso sí, tener unos añitos y haber tomado conciencia del paso del tiempo.
Hola Aster,
ResponderEliminarMe encantan los personajes de una cierta edad; tienen una visión de la vida límite. Son que ni pintados para protagonizar cuentos, que también tienen algo de límite.
Un abrazo.
«el mundo es como la arena: si uno no aprieta el puño, se escurre entre los dedos». «el invierno es un estado de ánimo»
ResponderEliminarEstas sentencias puestas en boca de Santiago Beltrán (protagonista) por Luis Manuel Ruiz y tu crónica habéis conseguido despertar mi interés. Gracias por la reseña, la guardaré para futuras lecturas.
Besos y abrazos.
Sí que la elección de un protagonista atípico puede hacer ganar muchos puntos a una historia que, de otra forma, puede ser convencional.
ResponderEliminarGracias, José Antonio.
La novela cuando se remansa tiene momentos como éste que apuntas. Los mejores autores de género negro toman aire en párrafos impagables y luego retoman el hilo.
ResponderEliminarCreo que te gustará, Mari Carmen.
Un besazo.