ELLA. No sé, cielo, cómo no lo ves: estamos hechos el uno para el otro. Para compartir la vida (se pone pelín pedante) no debemos buscar a alguien idéntico, sino simétrico, una media naranja...
ÉL. ---
ELLA. Tú eres -reconócelo, cosita- terco y yo flexible.
ÉL. ---
ELLA. Tu calma frena mi impulsividad; date cuenta, corazón.
ÉL. ---
ELLA. (desesperada) Tú... eres podólogo; yo, logopeda.
ÉL. ---
Hola Aster,
ResponderEliminarRealmente parece que están hechos el uno para el otro. Te acercas al chiste en este micro, pero con tu sello personal. Con tu personal amor por la lengua.
Un abrazo.
No sé que decirte Aster...no le veo buen futuro a esta relación. Quizás al ser ella logoPEDA necesitaría un PEDAgogo a su lado. Seguramente tendrían más de que hablar.
ResponderEliminar¡Como siempre genial mago del lenguaje!
Me encantan tus trucos, siempre me sorprenden y retan a mi ingenio. Grandes lecciones, gracias.
Un fuerte abrazo.
José Antonio, Mari Carmen: gracias.
ResponderEliminarYO...
ResponderEliminarELLA. Me encantó.
Abrazo...
Sergio Astorga
Desde mi retiro veraniego en Cataluña sólo se me ocurre:
ResponderEliminarELLA.Cariño, me gusta que seas convexo para mi mano cóncava.
EL.---
Aster, como siempre dándonos pie a la reflexión. Me gusta más el adjetivo complementario que el de simétrico.
Un abrazo.
Un abrazo, Sergio. Gracias.
ResponderEliminarGracias, Alicia. Feliz descanso.
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