47 FERIA DEL LIBRO Y DISCO VASCO DE DURANGO

Hoy he estado en Durango, lugar en el que desde el pasado jueves día 6 hasta mañana se está celebrando la nueva edición anual de La Feria del libro y disco vasco.  Este año en cuatro jornadas en lugar de en cinco, como hasta la fecha ha venido siendo habitual debido al recorte del quince por ciento del presupuesto debido a la crisis.

Os diré que tengo la impresión de que esta feria está unida a toda mi vida y ello sin que estuvieran despiertas en mí estas inquietudes por andar cerca del entorno literario de los últimos tiempos. Se trataba de algo más global. Era sentirme cerca de un acontecimiento que ya era grande en mis tiempos universitarios. Continuamos acudiendo mientras los niños fueron creciendo. Los momentos en que ellos recorrían los puestos llenos de libros para antes de marchar haber comprado el cuento que más les gustase y posteriormente eligiendo música de los grupos euskaldunes de moda, no tienen precio. Les enseñamos el camino.
Con la misma ilusión de siempre partíamos hacia Durango. Localidad que, por otro lado, está muy arraigada en mi rincón de los buenos momentos por aquellos en los que  estuve impartiendo clases en su instituto. Una fina lluvia nos ha acompañado todo el camino. Dicha cortina de agua no nos ha impedido poder disfrutar de la belleza del colorido otoñal que visten nuestros bosques en la actualidad. Pigmentos de todos los colores a modo de un bello  calidoscopio continúo de destellos cromáticos. La visión lejana de la cumbre  del Anboto nos avisaba de la próxima llegada mientras que un precioso arco iris aparecía para iluminar la presencia del Edificio Landako, sede de la legendaria feria.

Este espacio es el lugar idóneo para conocer los trabajos de editoriales y discográficas de Euskal Herria. Escritores y músicos tienen la oportunidad de acercarse a sus lectores y oyentes. Es la ocasión para presentar y conocer los nuevos trabajos. Pero tal y como sucedía al principio, la feria de hoy en día no es solo un feria de libros y discos. Los primeros días de diciembre, Durango es el lugar de encuentro de euskaldunes y aficionados a la cultura vasca y ofrece una oferta cultural amplia para todo tipo de públicos.

Unido a la feria, todos los años se abren las puertas del Haur Literatura Aretoa. Es el lugar donde niños y jóvenes de hasta 12 años tienen la oportunidad de acercarse a la literatura de una forma activa, de incentivar el gusto por la lectura en euskera en los niños y ofrecerles un lugar que sea del gusto de ellos.
Por otro lado, en el salón de presentaciones de la feria, editoriales, discográficas, asociaciones culturales o cualquier otro agente social tiene la oportunidad de presentar su proyecto o su nuevo trabajo.

La feria, que se dedica este año a la cultura gitana y al dialecto que este pueblo ha desarrollado en Euskadi, el rominchela, homenajeará al compositor Benito Lertxundi, en reconocimiento a medio siglo de trabajo como "referente" de la música vasca. Voy poniendo su canción para esta estación a punto de terminar, En los colores del otoño.

Ya en el interior procedíamos a recorre los 253 puestos. En los mismos-según el programa-411 novedades, entre las que figuraban 289 libros, 65 discos, 32 revistas, 7 publicaciones electrónicas y otras 18 obras de distintas características, como juegos, agendas y otros trabajos. Los amplios pasillos han estado totalmente cubiertos por una marea humana a la búsqueda de dichas novedades. Muchos de los autores estaban esperando a complacer a sus lectores. Como muestra os dejo las imágenes de Kirmen Uribe, Patxi Zubizarreta, Joxe Mari Iturralde, Iban Zaldua y Mikel Alvira.

Pero yo iba en busca de un libro y su autor. Se trataba de Jon Arretxe y su última obra 19 Cámaras. Su presentación había sido a principios de verano pero no pude acudir y era una deuda que tenía que saldar. El entorno en el que transcurre la acción del mismo es una calle de Bilbao con una atmósfera un tanto marginal por la presencia de la droga y la prostitución. Unos cuantos lectores suyos, entre las que me encuentro, le aconsejamos como escenario idóneo para una de sus novelas. Justo la que, tras unos momentos de agradable charla, tuvo la atención de dedicarme.

Me dijo que le interesaba mi opinión tras su lectura, cosa que haré gustosamente. No le prometí fecha pero cuando la lea intentaré hacer una reseña también para este foro. Os puedo contar la primicia de que ya está con la siguiente novela. El protagonista será el africano Touré, que juega un papel muy importante en 19 cámaras. Jon me dijo que se ha decidido hacer una saga debido al tirón de la novela y de este personaje. Solo tengo palabras de agradecimiento para Jon Arretxe, un ser próximo que siempre se muestra dispuesto a regalar palabras a sus lectores así como fomentar que ellos les devuelvan sus impresiones para poderlas tener en cuenta en los siguientes trabajos. Creo que ese carisma suyo también ha colaborado a que sea uno de los que más está vendiendo en esta feria.

Hablando de ventas, y un año más, no puedo dejar de nombrar a Toti Martínez de Lezea que con las aventuras de la pequeña Nur para el público joven es la que más vende. Estos libros son el regalo estrella para el día del Olentzero.

Tras abandonar el edificio estuvimos por las carpas exteriores, habilitadas para oír música en directo y participar en foros de debate.
Abandonábamos el recinto cerca del anochecer. Lazkao aún latía destellos de luz en su interior.

Solo nos quedaba acudir a la feria de artesanía que se organiza paralelamente, 1.600 metros cuadrados de la antigua plaza del mercado dando cabida a 56 expositores en los que la originalidad y la adaptación de los antiguos oficios a los nuevos tiempos, ha estado al alcance de todos los bolsillo. Artesanos del vidrio, del metal, de la madera, del cuero, de la cerámica, de la agroalimentación e incluso del papel han sido los protagonistas. 

A partir de mañana comenzará la cuenta atrás para la nueva edición. De mientras, hacemos camino al andar.