Parece no tener mayor importancia. A fin de cuentas nos entendemos: el ambre, la bentana siguen siendo sensaciones y objetos que reconocemos.
Imagínate, por un momento que el error ortográfico se reflejara también en ellos creando una realidad defectuosa o deteriorada.
La bentana tiene roto un cristal, el imbierno es una época de esa estación en que suben inesperadamente las temperaturas, el berano, esa semana estival en que se echa de menos un jersei o una cazadora.
Desde La Nieve queremos defender la ortografía entendida como respeto a los demás y a nosostros mismos. Cuido lo que digo, cuido lo que escribo; tanto o más -forma parte de ella- que mi imagen, mi aliento...
Si queréis colaborar en esta iniciativa, clicad, simplemente en este enlace, abrid una nueva diapositiva que lleve por título alguna barbaridad ortográfica e insertad en ella una imagen, bien desde el ordenador, bien pegando la URL. Y voilá...
Gracias por vuestra participación.
(Si tienes algún problema, echa un vistazo al vídeo)
Aster, conseguido. Las posibilidades de Google docs son inmensas. Gracias por enseñarnos a compartir.
ResponderEliminarUn besazo.
Gracias, Alicia. ¡Qué bueno ese "inpostor"?
ResponderEliminarUn besazo
Ojalá a algunos alumnos les diera un calambrazo cada vez que cometieran una falta de ortografía. Me parece una iniciativa estupenda.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aster, Hecho.
ResponderEliminarAbrazos con zeta.
Sergio Astorga
José Antonio, Carlos, Sergio: gracias.
ResponderEliminarMe vais a perdonar por poner deberes. Esta entrada se las trae pero también da a conocer una herramienta que nos permitirá en más de una ocasión escribir, crear algo juntos.
Un abrazo.
Aunque tarde no quiero dejar pasar este tema sin hacer una pequeña aportación y apoyo de lo expuesto. Los nombres confieren carácter y crean la realidad. Es su forma gráfica al escribirlos lo que les da esa personalidad, que es comunicada mediante esa forma gráfica ( ortografía ).En algunos casos esto es todavía más evidente. Más que en los sustantivos comunes, en los nombres propios. Y no os digo nada en los lugares. ¿Os imagináis que alguien escribiera Bilbao con dos uves o Valencia con b? Vilvao y Balencia serían otras ciudades. Sí, cada palabra nombra una realidad, y, al escribirla, pasa a ser esa realidad. Otra cosa es que, a nivel de idiomas, dos lugares - o dos cosas - se escriban de forma diferente. London es Londres porque ambas palabras nombran la misma ciudad dentro de un código idiomático determinado. Igual que Pekin es Beijing. Es el código en su totalidad el que cambia entonces, no una determinada palabra. Hago estas consideraciones porque la vida en sociedad es un equilibrio entre libertad y comunicación y los únicos límites de ésta son la posibilidad o no de entendernos unos a otros, tanto en el aprendizaje como en el desarrollo de la vida. La ortografía no es discutible porque está dentro de las normas de convivencia y la comunicación social. Sin referencias comunes no hay sociedad.
ResponderEliminarEso es, Emilio, en último término, la ortografía: una muestra de acuerdo, de respeto.
ResponderEliminarUn abrazo.