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domingo, 18 de septiembre de 2011

PINCELADAS DE UN VERANO (II)

Para la segunda quincena de agosto abandonábamos el color azul del mar y el olor a salitre de la isla de Mallorca, protagonista principal de la entrada anterior. Tras nuestro paso por Bilbao el día 15, para acudir a la Misa Mayor de la patrona de la capital, la Amatxu Virgen de Begoña-un acto que, más que por religión, intentamos cumplir anualmente por tradición y que acaso sea en un intento de tener de nuestro lado lo divino cuando lo humano se nos escapa de vez en cuilla, volvíaando de las manos- y posteriormente por las fiestas de San Roque de nuestra Vmos a coger la maleta y nuestro destino esta vez tendría olor a productos ibéricos y color amarillo. A la ciudad de Salamanca, el que iba a ser nuestro próximo destino, se le llama también llamada la Ciudad Dorada por el color amarillento de sus monumentos-ambas catedrales, la universidad más antigua de España,…y hasta los edificios de reciente creación-que llevada a cabo con arenisca de Villamayor es una de las señas de identidad de la misma.
Un hotel recientemente reformado y con acceso a la Plaza Mayor hizo que esta fuese nuestra primera imagen en la retina a pie de calle.


Lo que nos habían contado los amig@s, que ya habían estado previamente en esta capital, y la visita posterior a la Oficina de Información y Turismo, situada en dicha plaza, para recabar horarios de visitas guiadas y monumentos a visitar, ya nos hacía intuir que el haber sido declarada por la UNESCO Ciudad Patrimonio de la Humanidad no fue un hecho gratuito. Nuestra misión, comprobarlo en vivo y en directo.
Esta crónica podría tener una amplitud tan inmensa e intensa que los que habéis estado en Salamanca seguro que entenderéis que no me deje llevar. Me perdería en infinitas palabras. A unos para recordar y a otros para que se hagan una idea de lo que se pueden encontrar el día que la visiten, os dejo un enlace con un RECORRIDO VIRTUAL POR SALAMANCA. Toda ella es verdaderamente un espectáculo impresionante. Deciros que hicimos el primer día el itinerario en un trenecito. Media hora y ya percibimos que nos quedaban por delante largos momentos de recorrido a pie para aproximarnos más a ese patrimonio e interiorizarnos en él. El itinerario a pie, con una guía excepcional, tuvo una duración de tres horas. El mismo, contemplaba la entrada a algunos edificios, a ambas catedrales, a la emblemática Casa de las Conchas…Por último nos quedaría nuestro recorrido particular para lo que queríamos ver aún de más cerca y con más detenimiento así como para recorrer y entrar en otros espacios que se quedaban fuera de los itinerarios anteriores como la Plaza del Mercado, en la que hicimos acopio de esos productos ibéricos. Estos, junto con el turismo y los ingresos que dejan los cerca de cuatro mil estudiantes que se desplazan a cursar estudios universitarios, son el sustento de la capital salmantina.


Procedo a relatar exclusivamente algunos de los encuentros con personajes literarios.


En la trapezoidal Plaza Mayor, aquella que definida por Miguel de Unamuno, Es un cuadrilátero. Irregular, pero asombrosamente armónico, una de sus alas recoge en sendos medallones de piedra los perfiles y nombres de grandes personajes literarios que fueron importantes en la vida cultural de Salamanca, Santa Teresa de Jesús, Calderón de la Barca, Fray Luis de León, San Juan de la Cruz, Miguel de Cervantes, Miguel de Unamuno… ¡Y quedan huecos!
Fue Lope de Vega quien escribió una frase respecto a Salamanca: La más bella ciudad estas mirando, que el gallardo pintor del cielo hermoso, repasa todo el orbe iluminado. La misma está recogida en una pluma de bronce de gran tamaño de las varias que a lo largo de la península-encontré otra en Valladolid-señalan el camino que el castellano siguió hasta ser un instrumento de paz y sentimiento.


Al célebre Miguel de Cervantes, además de encontrarle en el correspondiente medallón, un inscripción recuerda el IV centenario de la publicación de El Quijote.


Fray Luis de León se erige en forma de una enorme estatua de bronce en el patio de las Escuelas Mayores. Salamanca constituyó el centro de su vida intelectual como profesor de su universidad y fue allí donde ingresó en la Orden de los Agustinos.


También tuvimos ocasión de estar en el aula en la que daba clases en la universidad.

Célebre fue su Decíamos ayer…” a la vuelta a la universidad tras haber estado en prisión cinco años por designio de la Inquisición.

La imagen como recordatorio de la obra anónima El Lazarillo de Tormes también preside un lugar de honor.


Asimismo nos encontramos la figura del toro o verraco aludido en dicha obra y que como símbolo protector aparece en el escudo de la ciudad.


Otra inscripción nos recordaría el paso de San Juan de la Cruz por Salamanca con motivo de ir a estudiar Teología a su universidad.



Sin lugar a dudas uno de los personajes en que puse más empeño por interiorizar su paso por Salamanca fue la del vasco Miguel de Unamuno. Os diré que late en el pueblo de Salamanca el cariño hacia el mismo. Su estatua, hecha en 1968, se encuentra en la calle Bordadores, frente al Convento de Santa Úrsula y frente a la casa en la que vivió y murió en 1936 siendo esta capital la dpositaria de sus restos. El que fue rector de la universidad de Salamanca fue testigo de un incidente en la misma como consecuencia de su enfrentamiento con el poder. Tras las siguientes palabras por su parte, “Este es el templo de la inteligencia, y yo soy su sumo sacerdote. Estáis profanando su sagrado recinto. Venceréis, porque tenéis sobrada fuerza bruta. Pero no convenceréis. Para convencer hay que persuadir, y para persuadir necesitaréis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil el pediros que penséis en España. He dicho”, supondrían su expulsión de la institución universitaria. A su vuelta a la universidad rememoraría también el célebre “Como decíamos ayer…” tras varios años de prisión.


Otro encuentro fue con Gonzalo Torrente Ballester. Ocupó una plaza de profesor en el instituto Torres Villarroel. En el centenario Café Novelty, bajo los soportales de la Plaza Mayor, pasaba las tardes dando forma a sus novelas y artículos-en sus tiempos también lo haría Miguel de Unamuno-. Por ello, una efigie a tamaño natural descansa en el puesto que solía ocupar. Hoy, las tertulias (literarias, taurinas, políticas...), siempre a las ocho, siguen siendo la seña de identidad de este antiguo café.



No podíamos marchar de Salamanca sin acudir al Huerto de Calixto y Melibea.


Un jardín medieval con tintes árabes cuyo nombre se relaciona de inmediato con la obra clave de Fernando de Rojas, La Celestina. Dicen que casi toda está localizada en Salamanca, ciudad donde estudió el autor, aunque nunca se diga en el texto. Y una parte, en este jardín, el mismo de la casa de la inocente Melibea. Allí, entre parras, árboles frutales y aves de paso, Calixto entraba buscando a un halcón. Hoy, a la entrada del parque, aparece desafiante la figura de la vieja alcahueta Celestina. Sólo de cintura para arriba.




Os podría hablar del astronauta de la catedral, de la rana de la universidad, de los vítores de los universitarios-inscripciones en paredes de color rojo con una mezcla en la que se usaba sangre de toro, del botón charro-una de las típicas filigranas salmantinas-, de Carmen Martín Gaite-cuyo monumento se nos despistó-, de la antigua biblioteca de la universidad, del Museo de Art Nouveau y Art Déco, del que os diré que me encantó la Casa de Lis, en el que se encuentra ubicado, por sus maravillosas vidrieras multicolor, de Beatriz Galindo-La Latina-primera mujer española en acceder a la universidad ….

Dejo para otra entrada-largo será el otoño y el invierno-el relato de varios dichos y refranes que tienen su origen en Salamanca.

Tan concentrados y tan bellísimos monumentos, su encanto añejo, con un centro histórico donde se ha conservado intacta su pureza arquitectónica, la cultura que se respira en el aire-creo que os he dejado una muestra palpable de la Literatura- y el reflejo mágico de su piedra dorada, sin olvidar el sabor de sus productos ibéricos y de repostería, presentan una sensación única, uno sólo desea quedarse...o volver, porque Salamanca... enamora.


Esto no lo digo solo yo, ya apareció en El licenciado Vidriera, uno de los relatos que componen las Novelas ejemplares de Cervantes:


Para terminar, a este foro La nieve, a l@s que tenéis a bien ir dejando huellas visibles por el mismo y a los compañer@s y amig@s que en el sigilo siguen mis palabras, no quisiera acabar esta crónica sin deciros que os agradezco vuestra presencia y que en el balance anual que hago en verano seguís ocupando un lugar muy importante en mi vida. Gracias por lo que cada un@ me habéis ido aportando.

12 comentarios:

  1. Querida Alicia, apenas vuelvo a posar el pie en los madriles, que descubro tu gran crónica (I y II). La verdad es que tienes un talento periodístico que ya querrían para sí (como te dije en alguna ocasión), muchos periodistas. Me ha divertido e instruido, y en cuanto a la parte que me toca... Puedo decir sin rubor que es de las poquísimas veces en que unos apuntes sobre una obra mía llegan a emocionarme. Es increíble. Los he acabado de leer con ojos húmedos. Es como si la poesía en persona hubiera tomado tu mano. Desde luego, has penetrado mediante un puñado de líneas, en el tabernáculo azul. Era difícil acariciar con la punta del cursor la esencia de mi poemario. Pero los has hecho. Y todavía estoy boquiabierto.
    Muchas gracias de corazón por tu lectura y palabras.
    Vaya con estas líneas, bogando por este mar de bytes, un gran beso agradecido.

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  2. Alicia, para empezar te diré que estuviste alojada en un lugar privilegiado. Menudo lujo divisar la Plaza Mayor nada más pisar la calle. ¿Cantaban los tunos mientras los turistas tomaban sus refrescos en las distintas terrazas? Al menos por la noche nosotros sí los vimos y escuchamos.
    Y recuerdo muy bien el trenecito, que por cierto iba a toda leche, jajaja.
    Salamanca tiene tanto por ver y comentar que no sé en qué punto detenerme. El astronauta me pareció muy divertido. ¿Viste la rana? ¿Pediste un deseo?
    Bueno, creo que has hecho una crónica muy bonita, muy literaria y de homenaje muy sentido hacia algunos grandes de las letras.
    Mi hijo pequeño va al colegio Miguel de Unamuno. Imagínate su emoción al comprobar que allí, en Salamanca, Miguel de Unamuno "también era conocido", jajaja.
    Gracias por seguir compartiendo tu vida.
    Un abrazo.

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  3. Estimado Sergio, gracias a ti por haberme dado la oportunidad de disfrutar de y con tu poesía. Como te indiqué en la anterior entrada, volveré sobre ella. Te puedo asegurar que leí tu libro en un tiempo de mar y cielo azul, con un tiempo de calidad y sin percatarme del paso del tiempo.

    Aprovecho la oportunidad para agradecerte las menciones que hiciste de este foro La nieve, en concreto de la crónica de la presentación de tu obra en la Casa del Libro de Bilbao, en tu blog y en la difusión de "Al borde del tiempo azul". Me siento halagada de que mis pequeños pasos puedan haber acompañado en algún momento a los tuyos.

    Musuak.

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  4. Maribel, el hotel Catalonia Salamanca Plaza Mayor tiene la entrada principal en la trasera de unas de las alas de la plaza y la otra da a una especie de túnel lateral comunicado con la misma. Verdaderamente súper cómodo. Aparcamos el coche al llegar y lo recogimos para marchar.

    Al ser periodo estival los universitarios estaban de vacaciones. De tunos nada de nada. Sin embargo, a la noche se juntaban mayores, y no tan mayores, a bailar la jota castellana. Increíble la vida de esa plaza. También estuvo, con sus cánticos, un grupo del tipo Hare Krishna o algo así.

    Más a la derecha del astronauta, junto a la puerta, había otras tres figuras: un cangrejo de río, una cigüeña y una liebre que representan, respectivamente, agua, cielo y tierra en Salamanca. Como he indicado la guía fue excepcional. No perdimos detalle. Al final, el grupo rompió en aplausos al despedirse. Nunca había visto un gesto igual. De veras que se lo ganó.

    Maribel, me costó ver la rana. La guía nos fue dando pistas y además, ya sabes, siempre hay alguien que se ha preparado más el viaje y lo casca ja,ja,ja ¡No pedí ningún deseo! Creí que eso era una leyenda para los universitarios ja,ja,ja.

    En Bilbao, el instituto más grande también se llama Miguel de Unamuno.

    Besarkadatxu bat.

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  5. Llego tarde, Alicia.
    Veo que Salamanca ya no tiene secretos -gracias por compartirlos- para tí.
    Tu post sería una guía excelente para recorrer la ciudad.
    Un abrazo.

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  6. Aster, mientras yo andaba calentando motores con el alumnado a base de tiza blanca, te imaginaba haciendo lo mismo pero, además de la tiza blanca, con TRES TIZAS de colores (-;

    Compañero, tú bien sabes que, desde el principio de su andadura, este foro supuso para mí ampliar el horizonte de mi mirada. Los tres capítulos de la entrega de esta crónica estival es buena prueba de ello. Gracias.

    Musutxuak.

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  7. Alicia, ahora que estoy mas cerca, geográficamente hablando,no puedo ocultarte mis ganas por ir a Salamanca.
    Si me permites, con tu venia, hay dos pequeñas distracciones en la crónica:
    El primero es: La frase celebérrima "como decíamos ayer" es de Fray Luis de León y aparece atribuida a San Juan de la Cruz.
    El segundo error de dedo es del Huerto de Calixto y Melibea, en donde aparece Jacinto.
    Disculpa, pero tus crónicas siempre las leo varias veces.

    Un abrazo salmantino.
    Sergio Astorga

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  8. Sergio, muchas gracias por tu lectura atenta. Con esto, para nada quiero decir que el resto de los compañeros que pasaron leyeron de otra forma. El cerebro traiciona muchas veces en la lectura y leemos lo correcto aunque haya error en ello. Eso, te puedo asegurar, es lo que me ha pasado a mí las varias veces que he leído la crónica antes de subirla al foro. Es curioso, Jacinto es un compañero maestro que gestiona la biblioteca de un Centro de Educación e Investigación Didáctico-Ambiental que nos ayuda en el proyecto Agenda21 que coordino.
    Por otro lado, mayor distracción si cabe, es el haber atribuido la famosa frase a un autor equivocado. Subsanado el error, y aunque sé que no hace falta que me justifique, diré que en todo el mes vacacional no usé agenda para tomar apuntes nada más que en dos momentos puntuales. Uno fue al leer el libro de poesía de Sergio Arrieta. Si en ese momento no lo hubiese hecho, a día de hoy hubiera sido incapaz de entrelazar las palabras de la forma que lo hice para incluir dicho texto a modo de opinión del libro. Aquel fue el momento de atrapar las sensaciones recibidas y así lo hice. La otra ocasión fue en el itinerario a pie por la ciudad. La guía-un verdadero lujo-se explayó en relatarnos el origen y significado de algunos dichos o refranes salmantinos cuyo uso se llegó a extender hasta la casa de mis padres, mismamente. Los apunté. Para relatar la crónica he tirado de las fotos sacadas y de lo que las mismas me fueron recordando. Vamos lo de que contarlo es vivirlo doblemente. Busqué algún dato en internet, por lo de enriquecerla un poco en contenido-fechas, direcciones…- y le di forma. He de decir que no me resultó fácil porque creo que voy perdiendo la capacidad de síntesis. Bueno, acaso es que voy aumentando la capacidad de disfrutar también de las cosas más pequeñas e inverosímiles. De haberme dejado llevar, me habría perdido en infinitas palabras

    Esta vez el abrazo que sea muy agradecido.

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  9. Querida Alicia, como siempre maravillosa crónica, exprimes cada paso, cada segundo...como una gran viajera.

    Decía Benjamín Disraeli “ Como todos los grandes viajeros, yo he visto más cosas de las que recuerdo, y recuerdo más cosas de las que he visto”. Qué cierta es, ¿verdad? Tú nos lo demuestras con cada viaje.

    Espero con muchas ganas la entrada de los refranes, que por cierto me encantan. Soy una defensora acérrima de la sabiduría popular.

    Besos y un fuerte abrazo.

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  10. Mari Carmen, creo que según va pasando el tiempo tengo la sensación de que, en la medida que las circuntancias me permitan, he de vivirlo con más intensidad. Quiero verlo todo y espero que no se me olvide todo lo visto. También deseo que no me falte un aderezo indispensable, imaginación.

    Besarkadatxu bat.

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  11. Q no te falten nunca esas ganas Alicia!
    Gracias por tus crónicas y por acercarnos a sitios maravillosos. Mi enhorabuena por las fotos, son cada vez mejores. Un beso

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  12. Diana, no te haces ni idea la alegria que me da tener noticias tuyas. No hubo ocasión de acudir a las Jornadas Poéticas de Bilbao y te imaginé allí.

    Gracias a ti por tu presencia.

    Musuak.

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