Hoy, en el día de San Valentín, quería reflexionar sobre los miedos que acaso lleve el amor, entre ellos miedo a perder la libertad, miedo a perder el control, miedo a que nos absorba, miedo a contraer más responsabilidades...Pero el amor ¿Es compromiso?
Para mí el compromiso es construcción, es responsabilidad, es algo que nos ayuda a caminar por la vida y asusta tanto porque vivimos unos momentos rápidos y cambiantes.
Amamos como vivimos. Por lo tanto si somos personas comprometidas cuando nos enfrentamos al amor también lo seremos.
Hay que diferenciar el enamoramiento inicial, que tiene mucho de emoción y pasión, del amor al que se llega cuando se va serenando la etapa anterior. La primera etapa hay que disfrutarla a tope y no cometer el error de tomar decisiones a lo largo de la misma. En la segunda es cuando uno ya es capaz de hacer una reflexión que puede llevar a la toma de un compromiso. También hay que diferenciar amor y matrimonio. Para vivir el amor no hace falta el matrimonio. Sin embargo el matrimonio, aparte de otros contratos, en mi opinión es un compromiso de amor. Tampoco debemos olvidar que el amor puede tener fecha de caducidad sin embargo en eso no se piensa por ese punto de locura que nunca falta al principio de una relación. El tema pasional, por edad, por deseo, por enfermedad o por lívido se puede ver rebajado a lo largo de los años pero eso no quiere decir que el amor haya caducado. Alrededor de la pareja, si ha tenido una evolución sana, se crean otros vínculos que constituyen un algo extraordinario. Ese saber estar al lado en silencio cuando no se necesitan palabras. Esa palabra en el instante que necesitas que te rompan el silencio. Ese gesto cómplice de colaboración en tu promoción personal, en la educación de los hijos... Ese entender que necesitas tu espacio de libertad independiente del suyo. Esa mano firme cuando te tambaleas. La mutua aceptación de poderse sentir unido a otras personas, por ejemplo intelectualmente o por ocio… En algunas parejas incluso aceptan la atracción física por otra persona. Al fin y al cabo cada pareja decide cual va a ser su tipo de compromiso y las claves de su relación. Es por eso que a veces es difícil llegar a acuerdos en asuntos relacionados con el amor cuando se habla entre amigos o compañeros. Sus compromisos o sus claves acaso sean bastantes diferentes.
Según decían los antiguos griegos, el amor necesita de eros, filia y ágape. El amor necesita de eros (placer, pasión), si no serían dos personas simplemente viviendo juntas. Vázquez Montalbán decía que lo más profundo entre un hombre y una mujer es la piel. El amor necesita la filia (amistad, camaradería). El saber aceptar la decisión de unirse manteniéndo la identidad de dos seres diferentes sin llegar a perder la esencia inicial de cada uno. El ágape es el cuidado del otro. El poder contar con el otro. Para ello es fundamental que el yo no anule al tú. Según decía Mario Benedetti:
“compañer@
usted sabe
que puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diez
sino contar conmigo".
A fin de cuentas, amar no es solo un sentimiento, es también una decisión. El amor es la preocupación activa por la vida y por el crecimiento de dos personas y ello implica un conocimiento en profundidad, pues nos se ama lo que no se conoce.
Para mí el compromiso es construcción, es responsabilidad, es algo que nos ayuda a caminar por la vida y asusta tanto porque vivimos unos momentos rápidos y cambiantes.
Amamos como vivimos. Por lo tanto si somos personas comprometidas cuando nos enfrentamos al amor también lo seremos.
Hay que diferenciar el enamoramiento inicial, que tiene mucho de emoción y pasión, del amor al que se llega cuando se va serenando la etapa anterior. La primera etapa hay que disfrutarla a tope y no cometer el error de tomar decisiones a lo largo de la misma. En la segunda es cuando uno ya es capaz de hacer una reflexión que puede llevar a la toma de un compromiso. También hay que diferenciar amor y matrimonio. Para vivir el amor no hace falta el matrimonio. Sin embargo el matrimonio, aparte de otros contratos, en mi opinión es un compromiso de amor. Tampoco debemos olvidar que el amor puede tener fecha de caducidad sin embargo en eso no se piensa por ese punto de locura que nunca falta al principio de una relación. El tema pasional, por edad, por deseo, por enfermedad o por lívido se puede ver rebajado a lo largo de los años pero eso no quiere decir que el amor haya caducado. Alrededor de la pareja, si ha tenido una evolución sana, se crean otros vínculos que constituyen un algo extraordinario. Ese saber estar al lado en silencio cuando no se necesitan palabras. Esa palabra en el instante que necesitas que te rompan el silencio. Ese gesto cómplice de colaboración en tu promoción personal, en la educación de los hijos... Ese entender que necesitas tu espacio de libertad independiente del suyo. Esa mano firme cuando te tambaleas. La mutua aceptación de poderse sentir unido a otras personas, por ejemplo intelectualmente o por ocio… En algunas parejas incluso aceptan la atracción física por otra persona. Al fin y al cabo cada pareja decide cual va a ser su tipo de compromiso y las claves de su relación. Es por eso que a veces es difícil llegar a acuerdos en asuntos relacionados con el amor cuando se habla entre amigos o compañeros. Sus compromisos o sus claves acaso sean bastantes diferentes.
Según decían los antiguos griegos, el amor necesita de eros, filia y ágape. El amor necesita de eros (placer, pasión), si no serían dos personas simplemente viviendo juntas. Vázquez Montalbán decía que lo más profundo entre un hombre y una mujer es la piel. El amor necesita la filia (amistad, camaradería). El saber aceptar la decisión de unirse manteniéndo la identidad de dos seres diferentes sin llegar a perder la esencia inicial de cada uno. El ágape es el cuidado del otro. El poder contar con el otro. Para ello es fundamental que el yo no anule al tú. Según decía Mario Benedetti:
“compañer@
usted sabe
que puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diez
sino contar conmigo".
A fin de cuentas, amar no es solo un sentimiento, es también una decisión. El amor es la preocupación activa por la vida y por el crecimiento de dos personas y ello implica un conocimiento en profundidad, pues nos se ama lo que no se conoce.
MELODÍA DESENCADENADA
Me identifico con tu visión del amor, Alicia.
ResponderEliminarPor fortuna, tengo una pareja que entiende mi espacio de libertad. Quizás porque ella tampoco tiene hermanos. De este modo, cuando nos encontramos a lo largo del día tenemos algo que contarnos.
Un abrazo.
Alicia, un abrazo de amistad grande y libre.
ResponderEliminarSergio Astorga
Jose, yo tengo la misma fortuna. Sin embargo no soy de vuelos altos ni lejanos. Además tras la metamorfosis soy ave diurna ja,ja,ja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Otro abrazo de vuelta surcando los mares.
ResponderEliminarhttp://www.goear.com/listen/f55be40/what-a-wonderful-world-kenny-g
"A veces es difícil llegar a acuerdos en asuntos relacionados con el amor cuando se habla entre amigos o compañeros. Sus compromisos o sus claves acaso sean bastantes diferentes"
ResponderEliminarUna sabia reflexión, Alicia. La tendencia que tenemos a generalizar los seres humanos en algunos asuntos - y éste es uno de los más proclives a ello - es una osadía. Somos tan distintos entre los géneros y luego los individuos dentro de los mismos, que, por muchos tratados y poemas que hablen del tema, jamás se podrá configurar un concepto unitario. No soy mucho de generalizar, ya lo sabes, ni tampoco de absolutos, verdades incuestionables, conceptos irrefutables...por eso, esta vez, me gusta, francamente, tu artículo. Porque es un texto, una reflexión, a partir del reconocimiento de la diferencia y la particularidad de cada uno...y eso me gusta. Enhorabuena. Yo no soy muy de aniversarios, ni de fechas...pero creo que está bien la que has elegido para tu entrada, tiene su encanto y motivo. Bueno, a mi me gustán más las palabras que las cintas y adornos, je, je...pero es que los chicos somos más brutos,un beso.
Huy, llego tarde, pero ayer tuve un día de aúpa.
ResponderEliminarEspero que todos pasarais un feliz día de San Valentín.
Esa suma de pasión, compañerismo y cuidado mutuo me parece una fórmula perfecta para la pareja.
Un abrazo.
Emilio, ya hemos avanzado. Al menos estamos de acuerdo en el porqué hasta ahora no habíamos llegado a ningún acuerdo respecto al tema del amor. Nuestras claves y compromisos respecto a este tema siempre han sido muy diferentes. Acaso algo haya tenido que ver tu decisión de amar tanto a la Literatura, sabes que es la más celosa y egoísta de todas las mujeres que te rodean.
ResponderEliminarUn abrazo.
Maribel, nunca es tarde. En La nieve las palabras siempre esperan bien fresquitas.
ResponderEliminarCon respecto a lo que dices, a mí también me lo parece. Creo que el equilibrio es ir consiguiendo que el resultado de la suma de los tres porcentajes de siempre cien a pesar de que dichos porcentajes vayan variando en su valor según los momentos o las épocas.
Un abrazo
“El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es.”
ResponderEliminarEsta frase de Jorge Bucay es el resumen de lo que significa el amor para mí: amistad, cariño, comprensión, aceptación...y sobre todo respeto y libertad.
Besos y miles de abrazos.
Mari Carmen, intenté buscar una frase célebre que encajase en el concepto que tengo sobre lo que es el amor. Pues a pesar de que las hay por cientos, no encontré la mía así que intenté contarlo con mis palabras. En la búsqueda hubo una que especialmente me gustó. Se trata de una de Octavio Paz que relaciona el amor con el tiempo: "El amor es intensidad y por esto es una distensión del tiempo: estira los minutos y los alarga como siglos". Yo que siempre ando pillada de tiempo, pensar que si estoy profundamente enamorada me va a cundir más, me parecio algo fantástico.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya que de amor va el tema, y Mari Carmen menciona a Jorge Bucay, os aconsejo que leáis este cuento, que quizá ya conozcáis:
ResponderEliminarhttp://lamalah0ra.blogspot.com/2010/03/la-princesa-busca-marido-jorge-bucay.html
Maribel, el título del cuento lo dice todo. La princesa buscaba un marido fuerte, persistente... Seguro que en esa educación cortesana nadie le dijo que el amor no se elige como un semental para cruzar. Respecto al muchacho, le veo bastante lento de reflejos. Vamos que con este cuento se puede hacer un profundo estudio de los valores que a ambos han conseguido transmitirles las familias, el sistema educativo y la sociedad. La tribu-necesaria para educar a cualquier criatura-en este caso ha dejado mucho que desear.
ResponderEliminarUn abrazo.