Un nuevo año nos sumamos a la convocatoria para participar en HALLOBLOGWEEN de la mano de nuestra gentil compañera Teresa Cameselle.
TURNO DE NOCHE
Salí apresurado hacia el metro para acudir a
mi puesto de trabajo de guarda en una empresa de seguridad. Al girar la esquina
del callejón contiguo a mi casa quedé absorto y espantado ante aquella figura diabólica
que apareció frente a mí. Como el día había sido gris, plomizo y lluvioso no supe
discernir si me había quedado petrificado por el frescor y humedad del ambiente
o por aquella visión inesperada. No había duda, era un zombi repulsivo de los
que echan una sustancia verde por la boca. Sus ropas rasgadas dejaban entrever las
zonas musculares desprendiéndose a jirones así como todo el cuerpo casi
convertido en un esqueleto descarnado. No, no era el resultado de mi
imaginación febril, siniestra y tortuosa. Aquel ser se asemejaba a un cadáver recién
salido de la tumba que con sus brazos extendidos pareciese querer echar a andar
hacía mí. Al mirar sus ojos en blanco casi pude adivinar como la mandíbula se
la caía y, con los labios retraídos, de las profundidades de su diafragma hacía
exhalar un terrorífico gemido. Miré el reloj. Constatando que había apurado
excesivamente el tiempo dejé atrás el escaparate decorado al efecto para atraer
a clientes. En el mismo, los típicos colores negro y naranja, un tétrico zombi y todo completado de tópicos como murciélagos, calabazas, telas de araña, calaveras y sombreros
de bruja. Entonces caí en la cuenta que este año, de nuevo, me perdería la
celebración de la fiesta de Halloween por estar de turno de noche.