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martes, 26 de junio de 2012

He visto cosas que vosotros no creeríais:

atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad, cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.

Tal día como ayer, un 25 de Junio de 1982, se estrenaba Blade Runner.




El replicante se buscó inútilmente el ombligo y lo entendió todo.

Aster Navas

3 comentarios:

  1. Algunos se lo miran constantemente, otros no lo encuentran. El ombligo es la clave de todo.

    Un abrazo.

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  2. Aster, en el llamado séptimo arte siempre se ha explotado mucho esas últimas palabras de los personajes que mueren en brazos de amigos, amantes, pareja ocasional o estable,... En “Blade Runner” tuvimos la ocasión de disfrutar de la mejor despedida del cine. Quién se despedía no era un ser “humano”, pero pudimos recibir con toda intensidad toda su carga de sentimientos humanos en ese adiós a la vida.
    “Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia”.
    Brillante secuencia, dentro de una maravillosa película que siempre merecerá la pena volver a ver.

    Gracias por no dejar pasar la fecha.

    Un abrazo.

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  3. Es, probablemente, la película mítica de mi vida. Y hay muchas que han supuesto emociones y sensaciones inigualables. Pero el discurso final del replicante Batty es, junto con el plano final de Ciudadano Kane, algo que se quedará para siempre dentro de mi memoria activa. Sí, Alicia, esas lágrimas en la lluvia son las lágrimas de la Humanidad. Muy bien, Áster. Sí, a Roy Batty le faltaba el ego para ser igual a tantos. Afortunadamente algunos seres humanos son capacer de pensar que el mundo es algo más que ellos.

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