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domingo, 13 de noviembre de 2011

11-11-11


Ayer fue una fecha especial por lo que supone de combinación aleatoria de números. Por primera vez en un siglo las cifras de la fecha estuvieron formadas por el mismo número, 11-11-11. Esta circunstancia no se repetirá hasta dentro de cien años y nosotros para entonces solo seremos lo que cada uno haya conseguido trascender.
Ante la proximidad de la citada fecha, además de un sorteo de lotería, corrieron ríos de tinta escrita. “Se trata de una mera casualidad”, dijo el matemático Raúl Ibáñez, de la Universidad del País Vasco. El investigador Diego Golombek prefirió la contundencia: “Es una reverenda estupidez. Va a ser una jornada que va a pasar lo mismo que cualquier día de primavera ¿La ciencia avala esas creencias de calendario? No, no y no. Es absurdo y estúpido pensar que va a pasar algo distinto”. ¿Y yo? ¿Qué pensaba yo? Pues yo pienso que somos nosotros los que tenemos la capacidad de convertir los días en diferentes y de esa manera conseguir integrarlos como un recuerdo memorable en nuestra vida.
Dos acontecimientos llevaron a que el día de ayer fuera distinto. Los dos tuvieron relación con mi vida laboral, muy intensa en estos últimos días.


Primeramente, el haber tenido la ocasión de usar por vez primera una pizarra digital en el instituto.

Sé que ya muchos centros educativos las tienen, pero esta tenía la particularidad de ser la primera de nuestro instituto y de haber sido financiada con parte del dinero de la subvención para este año-4000 €- del proyecto medioambiental que coordino. En breve, el Gobierno Vasco pondrá este tipo de pizarras en todas las clases de primero de la ESO-así como un ordenador personal para cada alumn@-y en dos salas de audiovisuales del instituto. Si a pesar de la crisis y de los cambios políticos se mantienen los presupuestos, el año que viene se pondrán en los grupos de segundo de la ESO.


El segundo acontecimiento tenía que ver con la celebración de la SEMANA DE LA CIENCIA en las tres capitales de la Comunidad Autónoma Vasca.

Por primera vez en un acontecimiento de estas características he tenido la gran satisfacción de tener a antiguos alumn@s míos, hoy con las carreras terminadas y trabajando en la Universidad del País Vasco, explicando experimentos y sus experiencias personales a mi alumnado actual de bachillerato, y del que este año además soy su tutora. Os aseguro que volví a confirmar lo afortunada que siempre me he sentido por poder formar parte de las vidas de todos estos chic@s.
Itsaso y Eneko, ambos de la misma promoción, desde sus respectivos improvisados laboratorios en el edificio de la Alhóndiga, les dieron sendas explicaciones.
Itsaso es química y tras acabar la carrera, y cursar dos máster, está dedicada completamente a la investigación.

Eneko es físico y tras terminar el doctorado se ha quedado en la universidad como profesor.

Itsaso hizo experimentos con nitrógeno líquido y Eneko de electromagnetismo.

Estoy convencida de que el triunfo de ambos no ha sido debido, fundamentalmente, a ser excelentes respecto a su expediente académico sino a una combinación de ello con ser brillantes como personas, tener muy claro lo que querían hacer y ser constantes en los estudios para poder lograrlo. El resultado es que, siendo muy jóvenes, tienen ya un futuro muy bien encaminado.
Y acaso me diréis que tiene que ver todo lo anterior con la Literatura. Pues acaso más de lo que pudiera parecer a simple vista. Lo de la pizarra digital-que tendrá que convivir con la de tiza-podría relacionarse con la convivencia actual de los libros en papel con los nuevos de formato electrónico. Y respecto a la visita de ayer a la tarde a la Semana Científica de Bilbao para hacer de intermediaria entre mis antiguos alumn@s científicos y los actuales que quieren seguir ese camino, os diré que me sentí como si fuera un editor que pone en contacto al escritor con los lectores. Siendo su papel-y el mío- acaso el menos sacrificado, sin embargo es pieza fundamental para que esa relación se pueda dar.

Por último decir que ambos acontecimientos me hicieron reflexionar, como otras tantas veces, sobre el paso del tiempo. Sobre que tenemos que intentar convertir cada día de nuestra vida en especial. Para mí el 11-11-11 lo fue.

Como música dejo una que, casi sin darnos cuenta, este año celebra su treinta aniversario.

17 comentarios:

  1. Te felicito, Alicia, por tu entrega hacia tu profesión y hacia tu alumnado, estoy segura de que disfrutaste muchísimo en tu salsa, y viendo los caminos que siguen Itsaso y Eneko. Lo menos importante es que lo que cuentas tenga que ver o no con la Literatura, a mí me gusta que lo cuentes, me encanta leerte (y eso es literatura). Me alegro de que existan esas jornadas de la ciencia.
    En cuanto al día 11-11-11, pues no sé qué decirte, quizá como estamos esperando constantemente que suceda algo, algo que cambie nuestras vidas, algo grande, hermoso, una sorpresa, una buena noticia... resulta fácil agarrararse a un talismán y confiar en él, una combinación de seis números 1, era un buen talismán. A mí no me fue mal, incluso me fue bien.

    Un abrazo.

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  2. Pues sin pretenderlo si que fue un dia especial este 11-11-11 y la verdad no se si tanta combinación numérica sería como dicen buena o no pero fue un dia mágico.
    Una entrada compartida y disfrutada Alicia.
    Un abrazo.

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  3. Para mi, el viernes fué un día normal.

    Distinto fué el sábado. Vi a uno de los estudiantes de ingeniería quimica que hicieron las "prácticas en la industria" tutelados por mi en los veranos de 1995 a 2003.

    Iban con él sus dos niños y su esposa. Y no es el primero de los nueve que ya ha sido papá.

    Pero cambió mi sentimiento. ¡¡¡ Qué mayor me estoy haciendo !!!

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  4. Maribel, simplemente pongo ilusión en lo que hago. Con la suerte de que la respuesta que recibo, sobre todo en ocasiones como la que relato, es también de ilusión por parte del alumnado. Todos estábamos en Bilbao fuera de horario escolar. Tiene mérito. Mucho mérito. Hoy me han traído una lluvia de fotografías los que fueron el sábado y el domingo. Les valía como prueba de haber participado en algún taller y lo contaré para nota. Creo que es de justicia. Y es una manera de motivarles para que acudan a este tipo de actos.
    Me alegro de que a ti también te fuese bien en ese día.
    Un abrazo.

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  5. Gracias San por pasarte por aquí. Es verdad que resultó ser un buen día, como dice la canción de Juan Manuel serrat.
    Ya visite vuestros textos sobre “Le petit mort”. Te felicito por el tuyo. Es una poesía muy sentida.

    Un abrazo.

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  6. Martín, es verdad que nos estamos haciendo mayores. Acaso esa sea una de las razones por las que vivimos los días como si fueran a ser los últimos y saboreamos todas las sensaciones como si fueran las primeras. Creo que ambos hemos sembrado mucho y trascendido bastante entre las personas que han querido aprender algo de nosotros. Pero ambos sabemos que tanto o más aprendimos y seguimos aprendiendo de ellos.

    Un besazo.

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  7. Alicia, hoy es un día especial para este abarrotero porque puede dejar un comentario químicamente puro: un fuerte abrazo por ser lo que quieres ser.

    A+B+ZO= Abrazo.
    Sergio Astorga

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  8. Pues sí, compañera, que fue un día mágico: lleno de satisfacciones (espero tener algún día esa experiencia tan gratificante con los alumnos), de nuevos caminos.
    Claro que también podía haberte ocurrido el 12/11/11.
    Excelente reflexión, Alicia.

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  9. Sergio, hay que intentar dar vueltas de tuerca y, en la medida que se pueda, salir de la monotonía. Es entonces cuando un día puede ser más especial. Disfruto de la oportunidad de poder ver como va siendo mi alumnado.

    Besarkadatxu bat

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  10. Aster, la verdad es que la relación que se establece con el alumnado de bachillerato es más adulta y eso que tenemos más presión para dar las programaciones por lo de la selectividad. Ya te llegará el momento. Estoy segura. Por primera vez les aceptaba para nota fotos de haber participado en alguno de los stands o talleres ya otros fueron el sábado y el domingo. No te haces ni idea de los detalles en los que se fijan y que para mí pasan inadvertidos por la cotidianeidad. Descubrí que les encantó la levitación de los metales superconductores.
    Lo peor fue el día 12. Porque tocaba la corrección del tercero de sus exámenes-mañana miércoles tenemos evaluación- y la pelea con algunas medias que no me daban lo que yo quería. Es más duro un suspenso cuando convives con el alumnado en otras situaciones distintas que el aula.

    Musutxuak

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  11. Alicia, me gusta esa fórmula de expediente académico y brillantez como persona. Creo que algunos profesores no cultivan ese último punto en demasía.

    En cuanto al día 11 pues mi amigo Antonio, bibliotecario de la ONCE en Alicante, me mandó un mensaje sobre el valor de las personas sobre los números. De modo que ahora apuesto por las personas.

    Un abrazo.

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  12. Jose Antonio, aquí entre nosotros, acaso esa receta no sepan aplicarla algunos-repito solo algunos-de aquellos profesor@s a los que les llegó simplemente con la brillantez de su expediente o se pasaron encerrados mucho tiempo para que ese expediente fuese brillante. Me consta, afortunadamente, que una mayoría del profesorado aplica esa fórmula y a veces al cuadrado y al cubo.

    Jose Antonio, creo que ambos conceptos no son excluyentes. Ambos estamos de acuerdo en lo valioso de tener a un gran número de personas honestas a nuestro lado.

    Uno, dos, tres...abrazos.

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  13. Cada vez tengo más claro, querida Alicia, que lo que hace que un día sea mágico no es la causalidad, sino la casualidad...Como la de esas fotos en las que está unido el pasado, el presente y el futuro, y eso es Literatura,y de las mejores. Sin duda fue un gran día para ti, al compartirlo has hecho que también lo sea para nosotros. Gracias. Besos y un abrazo

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  14. Mari Carmen, siempre me gustó la frase "Un profesor trabaja para la eternidad: nadie puede decir dónde acaba su influencia". Es por ello que, junto con ellos, sigo pensando en su futuro, viviendo con intensidad el presente y sin olvidar los aprendizajes que todos llevamos del pasado.
    Un abrazo causal.

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  15. Querida Alicia, me ha encantado volver a La Nieve para leerte y seguirte paso a paso, huella a huella,en este bonito artículo. Se nota que como profesora, vibra en ti la vocación. Yo casi prohibiría serlo, a cualquiera que no la tuviera. Enseñar es tan grave, tan serio, tan relacionado como un guión entre el presente y el futuro, que así de radical sería yo. De hecho, estos jóvenes que has formado no son el Mañana, ya son el HOY. Escrito en letras mayúsculas y en pizarras de tiza o digitales...
    Así que gracias por lo que has sembrado en tus clases y en este blog.

    Un abrazo fuerte.

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  16. Sergio, tú, que también has dedicado parte de tu vida al alumnado, bien sabes la gran responsabilidad que tenemos en nuestras manos. Por otro lado, muchas veces he pensado lo afortunada que me siento de trabajar en lo que me gusta. Si bien es verdad que da miedo pensar que el paso de los años, que por un lado nos hace ganar en experiencia, aumente la llamada barrera generacional y nos impida llegar a esos jovenes con la intensidad que lo hacemos ahora.

    Sergio, gracias a ti por dejar una vez más tus huellas en este blanco elemento.

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  17. Abrazos, Sergio, que no se me olviden los abrazos.

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