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jueves, 12 de junio de 2014

¡Qué mala es la envidia...!



Posiblemente el escritor sea el tipo más vanidoso del mundo: en una sociedad infoxicada pretende ser leído, escuchado.
Claro que cada pecado tiene su penitencia. Quizá no convenga que el éxito le sonría en exceso: sus palabras pueden acabar en la cinta de una caja de supermercado, junto a las lentejas Maravilla y la sopa Gallina Blanca. Esto, entre otras cosas, pensaba, mientras sacaba subrepticiamente -nunca había utilizado este término- con el móvil esta fotografía.







8 comentarios:

  1. A mí me gustó. Tiene sus defectos (qué libro no los tiene), pero pasé buenos ratos de lectura con él.
    Y tienes razón, ¿cómo vamos a consentir que nuestras obras terminen en la cinta de una caja registradora junto a la nocilla o la mermelada? No no no... Mucho mejor que no nos lean :-)

    Un abrazo.

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    1. No es literatura, Maribel, pero, como le decía a una amiga, se deja leer: el autor te lleva al Norte mientras tú crees que vas al Sur y, de repente, en el Sur te dice que vuelvas al Este. Con diferencia lo mejor es la sorpresa final. Excelente libro de cabecera para la playa si compras la edición en papel: tiene el grosor más adecuado para apoyar la cabeza sobre su lomo sin que sufran las cervicales. Un abrazo.

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  2. Pues a mí no me parece mal acabar en la caja registradora junto a los condones, el champú y la caja de galletas. La literatura es un artículo de primera necesidad.

    Un abrazo.

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    1. De primerísima necesidad, José Antonio. Tienes razón.
      Un abrazo.

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  3. Perspectiva:
    Podemos pensar que el consumismo le ha dado una bofetada a la poesía o...
    Podemos pedir que se baje el IVA de los libros, si es que se van a vender en los mercados de abastos.

    Un abrazo.

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    1. Buenísima propuesta, Esther. Claro que no sé lo que pensará, al respecto, Montoro. Esperemos que sea aficionado a la lectura.
      La verdad, Esther, es que choca ver un volumen al lado de una lechuga. Genera debate y nos hace ver al libro desde un prisma insólito.

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  4. Aster, acaso pudiera ser interesante analizar esa foto desde otro prisma. Si bien es verdad que siempre se dice que el objetivo de un escritor es ser leído, otra frase que siempre se escucha es que lo que un autor pretende es que su libro llegue a todos los sitios. Pudiera darse el caso que desde las estanterías de un supermercado acaso los libros accedan a las manos de un círculo de personas que no acostumbran a patear por librerías o bibliotecas. Lo importante pudiera no ser el vehículo de transporte sino el destino final. ¿No te parece?

    Un abrazo.

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  5. Y mi pregunta es: ¿Merece la pene leer ese libro? Apartemos el concepto de best seller, también los Beatles han vendido millones de discos y nada supera el White Album. Francamente, creo que es lo único que podría interesarme de esa cesta... entre los metales pesados del atún y el incontable rosario de E-000 o el número que sea del resto de productos, no creo que sea ese libro el único veneno, ¿no?
    Un hadabeso!

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