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domingo, 15 de abril de 2012

VAREANDO NUBES EN LA IMPERIAL TARRACO

El 25 de febrero Jose Antonio López Rastoll presentaba en Alicante su libro “VAREANDO NUBES”. La verdad es que más que imaginarme a nuestro compañero de foro con una vara en las manos-al estilo del gran Jose Mota, el tío la vara, al que Jose hace un guiño según comienza el libro-, y a pesar de lo mucho que significa para mí el verbo varear-me retrotrae al recuerdo de mi abuela vareando los antiguos colchones de lana- realmente le había imaginado en el divino cielo, de nube en nube, recopilando esas historias que estaban ocultas en el interior de las mismas para, en un nuevo ejercicio de talento, traerlas a la humana tierra y unas, impregnadas de ligeras pinceladas de fantasía para conseguir que dejasen de ser reales, y otras, con unos brochazos de maquillaje de realidad para intentar lograr que dejasen de ser simplemente producto de su imaginación, ofrecérnoslas con un envoltorio de fina, y a veces también cruda, ironía y humor en forma de su segundo libro de cuentos.

A pesar de haberme corroído la curiosidad y las ganas de leer el libro de nuestro compañero, tras la lectura del atrayente prólogo de Maribel Romero Soler, había pospuesto la lectura del libro para el periodo vacacional de Semana Santa por lo de hacerlo con tiempo de más calidad. El día 4 de abril llegaba a Tarragona con todas las nubes haciendo de gran palio. No solo eso, a modo de fino confeti las mismas descargaban gotas refrescantes como una manera de invitarme a cambiar los días de playa y paseo por el disfrute de suculentos momentos de lectura. Yo llevaba lo necesario para ello. La Rambla de Tarragona nos recibía con un cielo convertido en una gran masa nubosa.

Como testigo de la llegada, la estatua del almirante Roger de Lauria (1250-1305), navegante de origen calabrés que consiguió romper las líneas de comunicaciones de los invasores franceses en Cataluña y arruinó completamente el poder naval francés de la época.

Con mi lectura sosegada y atenta estaba dispuesta a descubrir matices escondidos en los 27 cuentos, capas ocultas como conchas varadas en la playa, gotas condensadas y casi invisibles en el interior de esas nubes…, sabedora de que no hay una única interpretación para cada historia.Os diré que la lectura del libro la he sentido en bastantes de los cuentos como vital y trascendente por tratar temas de la vida diaria y de nuestro mundo interno de deseos, ilusiones y frustraciones, envueltos en la espontanea y sagaz letra que caracteriza a Jose Antonio. Escondidas en situaciones tan reales como pudieran ser dar la merienda a un bebé, construir una carretera, escribir una redacción, atracar un banco, grabar un video o simplemente ir de compras a una librería, por poner varios ejemplos, se van desentrañando y vareando temas de todo tipo, sociales-la crisis, la vejez, el despido, la invalidez, la morosidad,…-, convivencia de parejas-homosexualidad, celos, infidelidades,…-, relaciones padres e hijos, los sueños por cumplir, la educación, la iglesia, los miedos, la superación ante la enfermedad, … Claro que, leídos así los temas, pudiera dar la impresión de ser un libro demasiado crucial. Lo es. Sin embargo la clave fundamental del argamasado está en esos guiños mordaces, en esos juegos cómplices de palabras, en esas frases sarcásticas, en esos párrafos tintados de sátira, en esos textos de sutil humor con dardo final inesperado, en definitiva, en esas páginas cargadas de inspiración, emoción e ingenio que nos regala nuestro compañero de EL MIRADOR en este libro.
Leer VAREANDO NUBES se puede convertir en una alternativa muy interesante, en un momento actual en el que en bastantes ocasiones solo se oye hablar de política y de futbol . Os aseguro que no se trata ninguno de esos dos temas. La experiencia de la lectura os llevará a un intento de conocer mejor la realidad de Jose Antonio mientras que en dicho proceso acaso os surja alguna que otra pregunta sobre la dirección hacia la que van vuestros sueños.Los últimos días del periodo vacacional ya había vareado todas las nubes, había salido el sol y procedía descubrir los secretos de los antiguos romanos a su paso por la Imperial Tarraco. Esta capital es un cúmulo de restos arquitectónicos de aquella gloriosa época. Al fondo y bajo cielo azul, ya sin nubes, el anfiteatro romano.


Como melodía para esta crónica he elegido una canción de Doctor deseo. Mientras yo andaba dando forma a la misma era la que se oía por mi hogar de la mano de uno de mis hijos.

13 comentarios:

  1. Antonio, tiene suerte de tener lectores que se le van sumando, poco a poco y a amigos, que como tú, explican tan bien como lo has hecho, el motivo por el cual vale la pena, adentrarse en su lectura. La verdad, es que me emociona, la sincera camaradería entre escritores cuando se siente y se palpa tan relajadamente.
    Un abrazo.
    (Buena elección de viaje. Tarraco vale la pena)

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  2. Preciosa entrada para José Antonio y para Vareando nubes, todo un lujo. Sin duda elegiste un buen destino y una buena lectura para tus vacaciones. Me encantan las fotos.

    Un abrazo.

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  3. Querida Alicia, todo un lujo: tú y tu reseña llena de contenido y, como siempre haces, colocando en el lugar adecuado la talla y las cualidades merecidas de los protagonistas y la obra que comentas. Eso solo se consigue con tus ingredientes: palabra llana, sin flores y hojas podadas, para que llegue la mejor luz a la cara que con tanto cariño y generosidad pretendes retratar. En este caso a José Antonio y su libro. Enhorabuena, a los dos, a él y a ti.

    Un beso.

    Alex

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  4. Gracias, Alicia, de todo corazón. Gracias por revivir el cariño que puse al escribir los cuentos. Gracias por pasearlos por la Rambla de Tarragona (creo que los catalanes son gente con sentido del humor). Acaso no existe ninguna realidad tan dura que no pueda ser diluida con una sonrisa, ni sonrisa que llene la áspera realidad que vivimos. Pero escribimos, que no es poco. Y por eso amanece todos los días.

    Un fuerte abrazo.

    PD. Me ha encantado la canción de Doctor Deseo; no la conocía. En mi blog te dedico unas palabras.

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  5. Juji, me alegro que te hayan llegado mis sensaciones tras la lectura del libro. Son muy generales. Te puedo asegurar que han quedado muchas cosas por decir en el tintero pero que es mejor no desvelar para que cada uno haga su lectura.
    Juji, tengo cada vez más razones para volver a Tarragona.
    Un abrazo.

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  6. Maribel, me alegro que te haya gustado.
    Mi siguiente lectura es tu edición electrónica de MENTES VACIAS. Intentaré hacer una crónica a la altura de dicho libro.

    Un abrazo.

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  7. Alex, no sé muy bien lo que consigo con mis crónicas pero cuando tú lo cuentas suena tan bonito que consigues animarme para no desviarme demasiado del camino que me he marcado.
    Sé que lo hago con mucha ilusión y entre manos suelo tener buena materia prima.
    Es un placer acompañarte y que nos acompañes.
    Por cierto, ya que hablas de ingredientes, me han pasado una nueva receta de tarta de fresas. Espero que tú elijas con qué acompañarla.

    Un abrazo.

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  8. Hay una película que me gusta mucho, Alicia, que es Amelie y sus gnomos viajeros. Tu reseña, tan entrañable y llena de generosidad, como todas las que haces, me la ha recordado. Los nevad@s podemos contar con el record, gracias a ti, de los libros más viajeros del mundo. Me encandila verlos en la playa, subidos a un árbol...o como el de Jose Antonio, en Tarraco.

    Gracias Alicia, tenerte al lado es un lujo.

    Besos y un fuerte abrazo para los dos.

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  9. Jose Antonio, gracias por la oportunidad de poder viajar también con tu segundo retoño literario a tierras catalanas.
    Efectivamente, cada día que amanece es una nueva ocasión para seguir combinando palabras con ingenio e imaginación.

    Un abrazo.

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  10. Mari Carmen, no se me había ocurrido verlo así. Es verdad que casi todos los libros nacidos cerca de este territorio nevado me los he llevado de viaje. Habrá que apuntar a alguna excursión al tuyo.

    Un abrazo.

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  11. Veo, Alicia, que has hecho estas vacaciones un doble viaje. Los dos muy atractivos.
    Un abrazo

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  12. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  13. Aster, yo diría triple viaje. Leer un libro es siempre emprender un viaje al interior de dos personas, al de uno mismo y al del escritor.
    Una vez leí que un buen lector es aquel que convierte los libros en buenos. Leo menos de lo que quisiera pero intuyo que debo de ser buena lectora. A todos los libros les encuentro algo bueno.

    Un abrazo.

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