Desde luego, hijo, eres de un sentido que paqué –me dijo un día Marisa y se me fue de casa.
A raíz de aquello me engordé una barbaridad.
A raíz de aquello me engordé una barbaridad.
La hija se me casó y me dio una nieta preciosa que, dicen, se me parece.
La pobre.
Mide tus palabras
Aster, “me sé” casi de memoria las notas de esta canción y cuando la escucho “se me” agolpan los recuerdos. La nostalgia “se me” mezcla con la añoranza para dejar al descubierto que “me” gustaba como cantaba esta canción el mítico Enrique Urquijo.
ResponderEliminarhttp://www.goear.com/listen/257db41/se-me-olvido-otra-vez-enrique-urquijo
“Se me” antoja mandarte un abrazo.
Hermosa canción, Alicia. Redondea la entrada.
EliminarUn besazo.
Aster, tu cotidiano o la manera en que lo tratas es contundente. Me gusta. No hay sentimentalismos. Los engranes del mundo son iguales, si se rompen los arreglamos de la misma forma. Voy a medir mis palabras.
ResponderEliminarMe ha encantado.
Abrazos.
I’m sorry.
Sergio Astorga
Gracias, Sergio.
EliminarEn lo cotidiano se esconde lo más sorprendente.
Un abrazo (desmedido)
Aster
A mí "se me" hace cuesta arriba no cogerles cariño a ciertas bajezas léxicas, pero "me se" antoja que hay tíos más bestias que yo.
ResponderEliminarUn abrazo, Aster.