En unas horas hará su presencia el invierno y de su mano la nieve-este fin de semana Lunada estaba totalmente blanca- y las fiestas navideñas. En los preparativos de estas últimas seguro que andamos sumergidos una mayoría. Hay muchas maneras de vivir esta época. Con sentimiento religioso, con ilusión infantil, con nostalgia o melancolía por los seres que no están o por los que ya nos abandonaron, con escepticismo por creer que son impuestas por una sociedad consumista, con alegría por volver a reunirse con los familiares que residen en la distancia,…. Pero lo que acaso nunca debe de faltar es la curiosidad por profundizar en los orígenes de ciertas tradiciones navideñas. Seguro que nunca os habéis hecho la siguiente pregunta, ¿De dónde proviene el árbol de Navidad?
En tiempos de los celtas, la noche del 21 al 22 de diciembre, es decir, el solsticio de invierno, era llamada “noche del abeto plateado”. En ese día, los celtas tenían la costumbre de quemar un enorme tronco de abeto. Esta costumbre ha perdurado hasta hoy a través de muy diversas variantes, que comprenden desde el tan difundido y ornamental arbolito de Navidad, hasta el obsequioso Tió, tronco que los niños catalanes golpean en Navidad y del que brotan milagrosamente ricas golosinas y regalos. Cuando a principios de este mes estuve en Cataluña, el Mercado de Nadal estaba repleto de ellos en todos sus tamaños.En nuestro hogar el árbol, elemento de identificación navideño que ha superado al tradicional belén, ya luce sus destellos ya que hoy lo ha puesto mi hijo Sergio. Al eximirme a mí de esa tarea me ha dado tiempo para poner el de este foro
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Yo miro la Navidad a través de los ojos de mis hijos, y creo que me ha tocado la Lotería.
ResponderEliminarFeliz Navidad Alicia y neveros todos.
Aster, menos mal que has tenido tiempo de poner los regalos...Tras descubrir que tenía que dar al Replay para irlos descubriendo, te diré que me quedo con un poquito de cada uno de ellos para que nos llegue a todos. En especial me encanta que me regalen tiempo.
ResponderEliminarUn besazo.
Jose, creo que siempre se mira la Navidad a través de los ojos de los seres próximos. Sin embargo, siempre he pensado que lo más entrañable de esta época, como tú bien dices, gira alrededor de los peques. Lo viven con un brillo especial en su mirada.
ResponderEliminarun fuerte abrazo.
Feliz Navidad para todos. Yo creo que cada vez me gustan menos estas fiestas pero soy fiel a las tradiciones, y juro que comeré turrón.
ResponderEliminarAlicia, menos mal que te he leído lo del Replay y he podido descubrir los regalos al pie del árbol, más bien los deseos. Ojalá se cumplan.
Abrazos.
Alicia un abrazo muy blanco y cristalino para todos.
ResponderEliminarAquí entre nos, y dejando las espiritualidades, a mi me gusta mucho comer y me permito tomar unos cuatro copos de vino.
Sergio Astorga
Sergio, la Navidad ideal es aquella que cada uno decida crear como destello de sus ilusiones, deseos, tradiciones... Por lo tanto yo también comeré-ando ya entre fogones- y beberé unas cuatro copos de cava.
ResponderEliminarBuenos deseos de vuelta.
Es curioso, Alicia, la tradición celta de quemar un árbol es como del País Vasco, cuando se quemaba el tronco que iniciaba el fuego de la Navidad.
ResponderEliminarMe ha encantado el árbol de los deseos. Ojalá se cumplan muchos. Yo os deseo lo mejor para estas fechas y para el año que viene.
Un beso a tod@s y feliz Navidad.
Maribel,llevo toda la vida oyendo a mi padre esa frase. Entiendo que, como todo en la vida, hay otro lado detrás de esos destellos navideños. Sin embargo yo recuerdo mis navidades sin excesos materiales pero con exceso de ilusión y cariño. Creo que es una oportunidad para que también nuestros hijos las puedan recordar así. Como tú bien dices, aunque pueda llegar a ser solo por tradición.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo para ti y los tuyos.
Mari Carmen, acaso el fuego de la quema de los troncos sea la representación del calor familiar empeñado en luchar con el gélido invierno. Ese que nos llega de las mano de la Navidad y que a veces está incrustado en el seno de algunos corazones. La Navidad, aunque a veces venga engalanada de hipocresía, es una época para bajar la guardia y que afloren los buenos sentimientos de todos.
ResponderEliminarFeliz Navidad.
Muchos, muchos besos y abrazos.
Y las fiestas continúan...a la espera del Nuevo Año, Alicia. Y con ellas tu árbol, nuestro árbol, con todas sus ramas y sus hojas-letras. Y también este precioso arbolito azul de cristal y luz que cubre nuestros comentarios. Estos días no son de felicidad para todos, pero son un símbolo de búsqueda de la paz y de un mundo mejor, como dice el lema tradicional "para los hombres y mujeres de buena voluntad". Esa voluntad que en ti siempre es bella y llena de afecto, cariño, y solidaridad, con tus compañeros, familiares y amigos. Y también con aquellos a los que no vemos, pero que sabemos que, existen. Ellos están en sombra pero quizás, algún día, les llegue también su hora de alegría y claridad. Su hora de justicia. Un fuerte abrazo y gracias, por esto: por tus textos, tus imágenes, tu ilusión. Y por cuidar tu parte de La Nieve.
ResponderEliminarTe deseo, os deseo a todos, lo mejor para 2012. Y para el tiempo que aún nos queda por vivir y soñar.
Emilio, gracias por acompañarnos en el camino y por pararte de vez en cuando a darnos conversación. Tus palabras quedan siempre profundamente marcadas en la nieve.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Emilio, gracias por acompañarnos en el camino y por pararte de vez en cuando a darnos conversación. Tus palabras quedan siempre profundamente marcadas en la nieve.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.