Acabado el periodo navideño con el clásico roscón, tocaba
volver a la actividad laboral diaria, que no rutinaria. La Facultad de Ciencia
y Tecnología del País Vasco, aprovechando que su alumnado está en periodo de
exámenes y que por tanto quedan libres los laboratorios, organiza un programa denominado
Química en acción.
En el mismo, el alumnado de segundo de bachillerato elegido tiene
la oportunidad durante cuatro horas de hacer prácticas de laboratorio en
aquellas instalaciones en las que en un futuro obtendrían formación científica si
al final decidiesen hacer el próximo curso el grado de Química o Ingeniería
Química Industrial. En mi centro se solicitó para seis alumnos. El orientador
contó conmigo para acompañarles. Aunque son los profesores universitarios los
que tutorizan la sesión y el desarrollo de las citadas prácticas, la facultad
pone el requisito de que les acompañe en todo momento un docente por cuestión
de seguridad para hacerse cargo de la
disciplina y del buen uso de las instalaciones y materiales.
La última vez que
acudí a la facultad, bastante alejada del núcleo urbano, fue para hacer un
curso sobre ondas electromagnéticas y desde entonces ya ha llovido bastante.
Nuevos edificios, nuevas carreras, nuevos recursos, todas las calles y plazas
del inmenso campus con nombres de científic@s famosos, un segundo bar, un segundo comedor, una oficina bancaria, una librería, una autoescuela,…La verdad es que nada
que ver con aquella misma rústica y fría universidad en la que yo estudié. Sin embargo hay
algo que no ha cambiado, la costumbre de escribir en las puertas de los baños
sentimientos, sensaciones, frases célebres o creadas, incluso exabruptos e imágenes de contenido
erótico-festivo, según la ocasión y el momento. Cuando yo estudiaba allí las puertas
eran blancas, que solo se mostraban como un folio en blanco según las acababan de volver a
pintar.
Ahora el campus es más cálido y acogedor y por lo tanto las puertas de los cuartos de baño van en sintonía. Os
dejo aquí una muestra de lo que tuve oportunidad de leer en un descanso de media
hora que también aprovechamos para que el alumnado se dejase abrazar por un
lugar que seguramente pasará a ser su segunda casa por un largo periodo de
tiempo.
Sea o no trillado el dicho, lo cierto es que la experiencia es la madre de todas las ciencias... dentro y fuera de los baños.
ResponderEliminarMucha suerte y valor a los futuros ingenier@s.
Una abrazo.
Esther, creo que la experiencia que más valoraron no fue precisamente estar en el laboratorio-alguno ya había estado dos cursos en nuestro centro-sino sentirse por unas horas parte de ese inmenso mundo aún por descubrir. Mundo que a veces parecen sentir como que se les abriese un camino a modo de un arco iris de colores y otras solo son capaces de ver la oscura entrada a una gruta sin final. Son las dudas de este último curso en el instituto.
EliminarCreo que, con la que está cayendo, les ha pillado en el mejor momento para ser estudiante y prepararse bien.
Un abrazo.
Filosofía, poesía, pensamientos... Todo tiene cabida en la puerta de un baño. Y quien lo escribe sabe que será leído. Del mismo modo pasa con los pupitres, arrastran la historia de todos los alumnos que pasaron por ellos.
ResponderEliminarInteresante ese regreso a la universidad.
Un abrazo.
Maribel, cuando recuerdo la parte de vida que pasé allí, por las mañanas clases teoricas y por las tardes laboratorio, solo les deseo que algún día puedan rentabilizar esa hipoteca que están dispuestos a pagar. más sabiendo que hay una parte de alumnado que sin ser de sobresaliente, y a base de empeño y tesón, también consigue llegar a la meta.
EliminarMaribel, yo he leído cosas maravillosas en algunas puertas y otras más bien parecían el muro de las lamentaciones. Esa costumbre no se aleja mucho de la de los que hacen grafitis. Acaso sienten la necesidad de trascender o desahogarse en esos espacios por no haberlo conseguido en otros.
Un abrazo.
La intimidad y la genialidad siempre de la mano, compañera.
ResponderEliminarUn abrazo.
Aster, material genial e íntimo siempre ha habido como para hacer un libro. Incluido el profundo análisis de las razones por las que utilizan ese lienzo así como la diferencia entre lo plasmado en los baños de chicos o de chicas.
EliminarUn abrazo.
Realmente el baño es un lugar que se presta a la reflexión...
ResponderEliminarAl menos estos mensajes son más imaginativos y filosoficos que los tipicos "fulanito quiere a menganita" o "tal es un cual".
Saludos
Hola, Lola.
EliminarYo también pensé en el tono de los mensajes. Acaso fuese porque las puertas pintadas en blanco o en colores claros aguantan mucho mejor ese otro tipo de mensajes más lascivos.
Gracias por tu visita a La nieve.
Un abrazo.
Nada como la poesía brutal que inunda las puertas de los baños públicos, aunque, en honor a la verdad, haya un alto porcentaje de obscenidades. Sin embargo, como buena profesora, tienes ese don para encontrar joyas en la basura. Mi preferida es la de "fracasa mejor", muy acorde con nuestra naturaleza humana.
ResponderEliminarSeguro que tú también escribiste algún mensaje en tu regreso a la universidad, quizá la fórmula química del optimismo.
Un abrazo.
Jose, a mí me gustó la última, letra de Silvio Rodríguez. Ese retorno a casa, que no parece llegar tras un día intenso, y el encuentro del descanso en una sonrisa me pareció un puntazo.
EliminarJose, al fin y al cabo la receta del optimismo acaso sea la capacidad de proclamar lo bien que va todo cuando manifiestamente todo está muy mal.
Un abrazo.
Si José Antonio me lo permite, hago mío su comentario, nadie como tú para encontrar joyas entre la basura. ¡Son geniales!
ResponderEliminarMe ha gustado traspasar las puertas del Campus junto a ti y tus alumnos, menuda experiencia para ellos… Ver sus caras, su curiosidad y entusiasmo tuvo que ser para ti emotivo y muy satisfactorio.
Besos y abrazos.
Mari Carmen, y porque en ese descanso me bajé de la vida actual para volver a los renovados rincones del recuerdo, De otro modo, os hubiese traído una completa colección de frases.
ResponderEliminarSabes que el pago por mi profesión va mucho más allá del sueldo. Efectivamente, fue una gran satisfacción acompañarles en esos primeros pasos inciertos hacia un periodo que les marcará a todos los niveles para el resto de sus vidas.
Un abrazo.
Alicia, vuelvo a la clase de la nevera.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Sergio.
EliminarA veces volver sobre las pistas de los caminos recorridos ayuda a seguir caminando con rumbo certero.
Un abrazo.
Cuando entro en los baños de los bares nunca sé lo que me voy a encontrar detrás de la puerta, pero a veces, me llevo verdaderas sorpresas positivas. Parece ser que el baño motiva a ciertos filósofos modernos que no encuentran más plataforma que la puerta del baño que les aloja unos minutillos.Bueno, a mi me distraen y además encuentras verdaderos pensamientos para la reflexión.
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