“Haz de tu vida una obra de arte. O, al menos, un buen experimento. Y, sobre todo, elige, en la medida de tus posibilidades, como quieres vivir”. Era una de sus frases preferidas, aunque la escribió y, desgraciadamente, intentó ponerla definitivamente en práctica después de haber transcurrido demasiado tiempo. Por lo menos – calculaba – ya había desaprovechado la mitad de su existencia preparando los pinceles o, lo que es peor, buscando el lugar adecuado para colocar el caballete. Tampoco tenía muy claro si quería sólo pintar, bailar, esculpir...ni los motivos a representar. Es lo que nos ocurre a casi todos y lo que decía John Lennon, que no voy a repetir porque ya es un dicho casi de escuela. Hacer frases, colocar pensamientos en las paredes, decorar, en definitiva un espacio de habitabilidad, eso si sabía hacerlo. Lo había hecho siempre. Papeles y papeles, manuscritos e impresos, que formaban su paisaje cotidiano y que le aislaban de la idiotez que, normalmente, inundaba sus alrededores. “Lancelot y alrededores...”, solía decir. ¿Y por qué mantenía ese nombre aparentemente tan cursi?. Era un atavismo: un atavismo de elección en homenaje a sus primeras ensoñaciones, a un libro que fue una obsesión y un paso adelante en su narrativa, y, sobre todo, porque lo que deseaba realmente era borrar de su entorno ese carácter de realidad que dan los verdaderos documentos de identificación. Quedarse para borrarse...qué gran contradicción. Borrarse del mapa y, al mismo tiempo, colocarse bien en él, en las coordenadas correctas y elegidas...A ver, Pitcairn, océano Pacífico, a unas millas de Brisbane y a 23 pasos ( grandes e imaginarios, claro) de Hindley Street, en la ciudad austral de Adelaida. En ese ambiente de madera antigua y colonial que remedaba la verdadera historia y convertía cualquier lugar en un amplio campo de experimentación para que su imaginación inventara el mejor background. “Je suis nai a Madrid, mais je sui an peu anglais” ...Y de todo el mundo, claro... era de todos los lugares del mundo en los que hubiera un espacio para escribir y una pluma, aires de libertad y una mínima oportunidad ofrecida por la fortuna para retratar lo que soñaba, sin que el dinero condicionara sus actos.“Tengo un sistema ( le había dicho su amigo Paguz ) infalible para resolver los problemas económicos”. Un sistema para ganar en las mesas de poker.
Pero él no confiaba en sistemas teóricos de juego, ni en el azar, y, sobre todo, no sabía muy bien si aquella canción de Kenny Rogers era sólo una metáfora y lo de “knowing what to throw and knowing what to keep” se refería a las cartas de una baraja o a la vida.
(Ah, por cierto, Pitcairn, esa isla que, durante siglos, se creyó que no existía y que era una fabulación literaria, existe realmente. Está en los mares del sur, más allá de la Polinesia. E Itaca, la verdadera Itaca, existe también. Pero resulta que en ella sólo hay cabras. Y piedras, muchas piedras. Y polvo. Y olvido. Pero no importa. La Itaca que nos empuja en el viaje siempre se encontrará en nuestro corazón y en nuestra mente)
Bien... hacia tiempo que no ponía una entrada en mi querida nieve. Y supongo que esta noche de verano, cálida y iniciática, al menos para mí, era un buen momento para estrenar un nuevo capitulo de esa novela/ensayo/diario que está escrita ya en más de doscientas páginas... pero que sigue incrementándose día a día porque ninguna obra literaria está cerrada hasta que no terminamos de encuadernarla y ponerle tapas. La ventaja de la red es que esas tapas se pueden quitar y poner, que la obra se puede abrir y cerrar, cambiar, alterar, y ofrecer por partes. De "La espera" ya hay alguna muestra en mi blog, en lo que llamo Pagina Personal de Emilio Porta, y vereís que todo tiene unidad e independencia, como la vida misma, como los sucesos que nos acontecen y vivimos, como todo lo que nos ocurre. Todo tiene un hilo - o varios hilos - de unión pero puede vivirse por partes, de forma independiente.
ResponderEliminarDecía Cortázar que la vida no es cine, sino fotografía, y que, al final, siempre queda un album de fotos, un conjunto de instantes fijos. Pienso que es verdad.
Gracias, Emilio, por traernos aquí este hermoso fragmento de "La espera".
ResponderEliminar"ya había desaprovechado la mitad de su existencia preparando los pinceles o, lo que es peor, buscando el lugar adecuado para colocar el caballete"
Simplemente esa imagen es todo un regalo.
Un abrazo.
Emilio me encanta la canción de “El jugador” de Kenny Rogers.
ResponderEliminarTan verdad como que casi todo está escrito, es que casi todo está recogido en una gran canción como es lo es esta. Yo también me quedo con “Cada jugador sabe que el secreto para sobrevivir es elegir bien qué tirar y saber qué conservar”. Creo que la primera mitad de nuestra vida no ha sido desaprovechada, acaso sea que todavía no habíamos aprendido a utilizar bien el mensaje anterior y tenemos la impresión de que hemos perdido oportunidades. No ha sido así, Hemos aprendido a a elegir con más acierto las oportunidades que queremos aprovechar al máximo a partir de cada nuevo día. A veces a las oportunidades no hay que ponerles un puente. Puede que nos lo podamos encontrar construido y tal como dijo David Rusell “Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y qué puente hay que quemar”. Además, en ocasiones decidimos cruzar puentes de los colgantes, de los que se balancean a su paso. Estos, debido la dificultad que entrañan, producen una sensación aún más placentera cuando se llega a poner el pie en la otra orilla.
Un abrazo.
Gracias, Aster, pues el escritor se siente acompañado cuando alguien, más si es otro buen escritor o un buen lector, hace suya una frase, una línea, o un párrafo, de lo que vierte en el papel o en el aire sólido, que parece invisible y no lo es, de una página electrónica. Gracias por comprender el intento. Y por hacerme saber que lo compartimos. Un abrazo.
ResponderEliminarAlicia, dice una canción - te comento esto a tí, que conoces tantos y buenos temas - "por un beso de la Flaca yo daría lo que fuera..." y, eso, para alguien que ha resaltado el beso de Iker a Sara Carbonero seguro que le dice algo. Pero yo voy a transformar el "romanticismo" puesto que sabes que estoy en guerra con él, y lo voy a cambiar por algo que, para un escritor como yo tiene más valor. Yo podría decir: "por un comentario como el que has colocado en esta entrada yo daría lo que fuera..." Y es que, incluso en los comentarios, se ve el conocimiento. Cierto es que, con mi escrito, supongo que doy pie a ciertas reflexiones, pero cierto es también que unas líneas como las tuyas merecen mucho la pena e incitan a algunas nuevas. Sí, la canción de Kenny Rogers es una metáfora y tambíen un retrato. Y, además, es todo un tratado de filosofía.
ResponderEliminarHay sólo unas cuántas cosas que debemos llevar incorporadas al pensamiento, ya que la vida no es eterna: saber quienes somos, donde vamos y el equipaje y con quienescon podemos hacer el camino o algún trecho al menos. Bueno...es importante además saber de donde partimos y elegir los puentes para los saltos necesarios. Algunos de ellos dificiles, pues deben atravesar rios de aguas turbulentas. Yo creo que los puentes deben ser sólidos, pero no pesar demasiado, ser ligeros y flexibles, porque sostienen mejor los vaivenes de la vida. Deben ser, en ocasiones, como tú dices, incluso colgantes. Puentes sobre el tiempo y el espacio que salven el vacío. Gracias por tu precioso comentario y recibe un abrazo de amistad en el peregrinaje y en la estancia.
Difícil elegir un párrafo , una frase que reseñar de este gran texto...porque es un todo, una reflexión ante la vida con pequeños respiros de puntos y comas. Pero desde el día en que cayó en mis manos Itaca es mi debilidad y me quedo con esta frase final.
ResponderEliminar“La Itaca que nos empuja en el viaje siempre se encontrará en nuestro corazón y en nuestra mente.”
Poco importa que exista una isla llena de cabras y piedras, esa es sólo una verdad geográfica. Pero recuerda que la geografía encuadernada no es fiel a la realidad...y la verdadera Itaca es la que hace habitable la realidad. La que nos impulsa a continuar tras los sueños. La que nos muestra los rastros de quienes comparten la misma búsqueda...Como tú dices, la que habita en nuestro corazón y nuestra mente. Y para llegar hay que jugar, apostar...y dejarse llevar por el azar que es, estoy segura, menos caprichoso de lo que parece.
“Haz de tu vida una obra de arte. O, al menos, un buen experimento. Y, sobre todo, elige, en la medida de tus posibilidades, como quieres vivir”. Vas por buen camino, continua...Itaca siempre espera.
Un fuerte abrazo.
Mari Carmen...Islas hay en la mente que superan los espacios geográficos...Sí, Itacas y Pitcairns, Strombolís, Cretas, atonolones perdidos, incluso islas tan grances como Australia, el continente más insular de todos...Yo veo las islas como viajeras en los mares...por eso creo que los pensamientos son islas, por el viaje, no por la inmovilidad. Este texto parece un texto aislado ("isolated") pero no lo es. Ningún texto lo está pues va unido al círculo al que pertenece. Al propio del autor, al del los lector. Este mismo texto està abrazado al exto de Orzeán, publicado en mi blog, y a otros muchos guardados, personales, secretos. Qué bueno es que llegue más allá de sus pretendidas, reales o irreales coordenadas. Que navegue. Gracias por tu comentario tu bonito comentario.
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