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miércoles, 21 de septiembre de 2016

HOJAS DE OTOÑO

"La música es para el alma lo que la gimnasia para el cuerpo" decía Platón, así que demos la entrada a este otoño con una de las múltiples versiones de la maravillosa canción Autumn Leaves. En esta ocasión versionada por el gran rey del rock, Eric Clapton. Una voz otoñal que acompañada de su guitarra nos hace recordar los momentos más primaverales de nuestra vida. 

  Os dejo un poema de Jaime Gil de Biedma dedicado a esta canción.
Os acordáis: Europa estaba en ruinas.
Todo un mundo de imágenes me queda de aquel tiempo
descoloridas, hiriéndome los ojos
con los escombros de los bombardeos.
En España la gente se apretaba en los cines
y no existía la calefacción.
Era la paz -después de tanta sangre--
que llegaba harapienta, como la conocimos
durante cinco años.
Y todo un continente empobrecido,
carcomido de historia y de mercado negro,
de repente nos fue más familiar.
¡Estampas de la Europa de post-guerra
que parecen mojadas en lluvia silenciosa,
ciudades grises adonde llega un tren
sucio de refugiados: cuántas cosas
de nuestra historia próxima trajisteis, despertando
la esperanza en España, y el temor!
Hasta el aire de entonces parecía
que estuviera suspenso, como si preguntara,
y en las viejas tabernas de barrio
los vencidos hablaban en voz baja...
Nosotros, los más jóvenes, como siempre esperábamos
algo definitivo y general.
Y fue en aquel momento, justamente
en aquellos momentos de miedo y esperanzas
-tan irreales, ay- que apareciste,
oh rosa de lo sórdido, manchada
creación de los hombres, arisca, vil y bella
canción francesa de mi juventud!
Eras lo no esperado que se impone
a la imaginación, porque es así la vida,
tú que cantabas la heroicidad canalla,
el estallido de las rebeldías
igual que llamaradas, y el miedo a dormir solo,
la intensidad que aflige al corazón.
Cuánto enseguida te quisimos todos!
En tu mundo de noches, con el chico y la chica
entrelazados, de pie en un quicio oscuro,
en la sordina de tus melodías,
un eco de nosotros resonaba exaltándonos
con la nostalgia de la rebelión.
Y todavía, en la alta noche, solo,
con el vaso en la mano, cuando pienso en mi vida,
otra vez más sans faire du bruit tus músicas
suenan en la memoria, como una despedida:
parece que fue ayer y algo ha cambiado.
Hoy no esperamos la revolución.
Desvencijada Europa de post-guerra
con la luna asomando tras las ventanas rotas,
Europa anterior al milagro alemán,
imagen de mi vida, melancólica!
Nosotros los de entonces, ya no somos los mismos,
aunque a veces nos guste una canción.

6 comentarios:

  1. Feliz otoño, Alicia. Feliz otoño a todos. No se puede recibir mejor la estación de las hojas caídas. Música y poesía para soñar y para reflexionar.

    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. Maribel, gracias. Además, por si nos faltaba algo, por el norte ya ha hecho aparición la lluvia.
      De la canción, decir que hay versiones de la misma para comenzar muchos otoños.

      Un abrazo

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  2. Gracias, Alicia, por inaugurar oficialmente el otoño. Quizá, compa, haya menos luz pero -también es cierto- no hay luz como la de Septiembre.
    Seamos positivos. Un abrazo.

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    1. Efectivamente, Aster. Todas las estaciones tienen algo especial para disfrutar pero ninguna nos ofrece los colores del otoño.

      Un abrazo.

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  3. Creo que las estaciones están hechas para evitar el aburrimiento y echar de menos a la que se marcha hasta el año que viene. Feliz crujir de hojas secas bajo los pies.

    Un abrazo.

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  4. Jose, con el otoño aprendemos que hasta lo que parece inútil tiene su valor, la tierra recibe agradecida la aportación de esas hojas secas que deciden unirse a ella. Y de aquí a nada nos llegará la oportunidad de ver caer la nieve y poder disfrutar de la eternidad de ese instante.

    Un abrazo.

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