Es precioso...Ya veo porqué del soñador se dice que está en las nubes. Acabas de aclarar una frase hecha. El dintel de los labios...¿los sueños y deseos no pronunciados?...
Si, Emilio los no pronunciados, los que iluminan la parcela de libertad personal que son los sueños...Soñar es libre, eso no nos lo puede quitar nadie.
Mari Carmen creo que en algún sitio deposité lo que para mi son las nubes. Acaso en este mismo blog o en el de algún compañer@. Pueden significar la ansiada sombra cuando más calienta el sol y no nos importa que forma tengan. Pueden traer el chaparrón, como el que esta tarde ha hecho que abandonásemos las campas de La Arboleda mientras disfrutábamos de la naturaleza en compañía de nuestros mayores. Por último, están esas nubes aisladas que nos pillan en momentos de paz interior y de conversación con nosotros mismos en un estado acaso de reflexión o de melancolía. Esas nubes son capaces de transportarnos a donde deseemos. Creo que la forma de las mismas la decidimos nosotros en esos momentos de ensoñación.
¿Alguna vez os habéis preguntado por qué vemos distintas imágenes al mirar la misma nube?
ResponderEliminarSer felices...
Besos y un fuerte abrazo a tod@s.
Quizas, Mari Carmen, nos influya nuestra forma de ser, el estado de ánimo.
ResponderEliminarLo preocupante sería no ver nada. Peor aún: no mirar.
Un besazo
Qué razón tienes, Aster, lo peor sería no mirar.
ResponderEliminarMe alegro de verte, pensé que estaría sola jugando con el algodón. Espero que estés disfrutando de las vacaciones.
Besos y un fuerte abrazo.
Es precioso...Ya veo porqué del soñador se dice que está en las nubes. Acabas de aclarar una frase hecha. El dintel de los labios...¿los sueños y deseos no pronunciados?...
ResponderEliminarSi, Emilio los no pronunciados, los que iluminan la parcela de libertad personal que son los sueños...Soñar es libre, eso no nos lo puede quitar nadie.
ResponderEliminarMe alegro de que te guste.
Besos y un fuerte abrazo.
Estupendas las cosas que nos dejas, gracias por compartir.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Yo, Mari Carmen, prefiero mirar a las nubes que mirar al suelo. Por eso suelo pegarme unas yoyas de campeonato.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hiperión, siempre es bueno encontrar tu sonrisa...Gracias por venir.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jose, te entiendo perfectamente. Qué incómodo es dar trastabillazos continuamente, ¿verdad? Pero es que en las nubes se está tan bien...
ResponderEliminarBesos y un fuerte abrazo.
Mari Carmen creo que en algún sitio deposité lo que para mi son las nubes. Acaso en este mismo blog o en el de algún compañer@. Pueden significar la ansiada sombra cuando más calienta el sol y no nos importa que forma tengan. Pueden traer el chaparrón, como el que esta tarde ha hecho que abandonásemos las campas de La Arboleda mientras disfrutábamos de la naturaleza en compañía de nuestros mayores. Por último, están esas nubes aisladas que nos pillan en momentos de paz interior y de conversación con nosotros mismos en un estado acaso de reflexión o de melancolía. Esas nubes son capaces de transportarnos a donde deseemos. Creo que la forma de las mismas la decidimos nosotros en esos momentos de ensoñación.
ResponderEliminarUn abrazo.