Un
año más, Bilbao ha celebrado La Noche Blanca / Gau Zuria coincidiendo con el
aniversario de la fundación de la Villa. El evento incluyó un sin fin de actividades. Entre otras, la apertura nocturna
de museos, conciertos y otros espectáculos por toda la ciudad entre las 20.30
horas del sábado y las dos de la
madrugada del domingo
-todas las actividades gratuitas-, impresionantes iluminaciones
sobre edificios y zonas emblemáticas… Todo, de la mano de la Fundación Bilbao
700.
Os diré que era la primera vez que
nos incorporábamos a este evento, a pesar de haber tenido siempre información
sobre el mismo. Varias fueron las
razones de no haber acudido en ocasiones anteriores. Una, la época. Junio es un mes de locura para los
docentes. Se acumulan exámenes a preparar y tareas varias para corregir así
como ajustes finales en las programaciones, sin olvidar las memorias de los
departamentos y de los proyectos en los que cada uno anda metido. Otra, la
climatología. A lo largo de las primeras ediciones el tiempo no acompañó a
poder disfrutar de actividades organizadas mayoritariamente en escenarios al
aire libre y fueron muchas las que no se pudieron llevar a cabo. En la actualidad, se ofrece un programa en el que la organización no
se ve en la necesidad de suspender los actos pues los escenarios son museos y
demás infraestructuras que ofrece la capital bilbaína.
Sería extenso intentar explicar todo
lo que dieron de sí las primeras horas del atardecer mientras se abrazaba a su
hermana la noche. Sin embargo sí que quiero traer luz. Porque Bilbao, plena de ofertas culturales por todos los rincones, brilló en
su máximo esplendor a lo largo de una noche preparada con mucho mimo.
Catedral de Santiago, nosotros pasamos cuando
en el interior del atrio se desarrollaba
un concierto de la banda de acordeones y las luces comenzaban a ocupar sus lugares. En el cielo comenzaban a cerrarse las persianas.
Iglesia de San Nicolás (con música barroca en su entorno).
Iglesia de San Nicolás (con música barroca en su entorno).
Teatro
Arriaga (Iluminación del creador visual Patrice Warrener). Parecía un edificio totalmente distinto del que acostumbramos a ver.
En la Ría entre el Ayuntamiento y El Arenal
(250 barquitos de papel iluminados en la instalación "Voyage", creando imágenes
con el movimiento de la corriente.
Puente
del Ayuntamiento, Ayuntamiento de Bilbao (imágenes históricas de barcos en la
Ría).
Edificio de la Diputación.
Pasarela Arrupe, Edificio Crai
(Ramón Rubial, 1), Puente de Deusto (proyección de acuarios gigantes), Museo
Marítimo (espectáculo multimedia).
Parque de Doña Casilda (iluminación de los árboles), Museo Bellas Artes (proyección de sus obras más emblemáticas), Plaza Moyúa (iluminación sobre la fuente). Puente Zubi-Zuri de Calatrava en rojo y blanco.
La compañía italiana "De Cagna Iluminaire" instaló una gran cúpula lumínica en las escalinatas de las Torres de Isozaki.
Parque de Doña Casilda (iluminación de los árboles), Museo Bellas Artes (proyección de sus obras más emblemáticas), Plaza Moyúa (iluminación sobre la fuente). Puente Zubi-Zuri de Calatrava en rojo y blanco.
La compañía italiana "De Cagna Iluminaire" instaló una gran cúpula lumínica en las escalinatas de las Torres de Isozaki.
Por finalizar y cerrar las luces de una velada-que espero tener energías para repetir el próximo año-repleta de música y cultura, os diré que la parte más literaria la puso el recital poético de la actriz Ángela Molina acompañada de dos músicos (guitarra y percusión). Apoyada en su personal voz y en su fuerza interpretativa desgranó los versos de García Lorca, incidiendo de manera especial en el "Romancero gitano", creando una atmósfera cargada de emoción y sensibilidad.
No pude estar en todos los lugares ni en todos los eventos, pero los que pude ver (en especial el Teatro Arriaga) eran para quedarse alojados en la memoria para siempre. Lo han puesto difícil de superar el año que viene. Estupenda crónica, Alicia. Mil gracias. Un beso.
ResponderEliminarPedro, el año próximo habrá que intentar acudir con la siesta bien echada. La verdad es que lo más complicado fue poder participar en los actividades especiales organizadas en el interior de los museos pues el buen tiempo animó a la gente a acudir a Bilbao y las filas en los mismos eran muy largas.
EliminarUn abrazo.
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Eliminar¡Qué maravilla, Alicia! Bilbao se está convirtiendo en una ciudad imprescindible. Es una excelente forma de celebrar su cumple cada año.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Aster, en vivo y en directo me pareció una noche mágica. Supongo que la próxima vez no me sorprenderé tanto y nos organizaremos mejor, sobre todo en qué museos hacer fila, haciéndonos con la programación la semana anterior. Yo te animo para el próximo año.¡Qué mejor lugar para un nevado que una noche blanca!
EliminarUn abrazo.
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EliminarNos has traído, con tu cariño de siempre, una noche muy especial repleta de luz y color, de música, de poesía. Da la impresión de que Bilbao supera a muchas ciudades españolas en lo que respecta a la difusión de la cultura. Todos los que formamos parte del mundo cultural nos sentimos en sintonía con ella.
ResponderEliminarUn abrazo.
José Antonio, es verdad que la agenda cultural bilbaína ofrece múltiples actividades. No podría decir si más que otras capitales pero sí que aquí no puedo acudir todo cuanto quisiera.
EliminarUn abrazo.
Espectacular, Alicia. La noche blanca fue de todo menos blanca, ¡qué colorido! ¡Cuánta luz!
ResponderEliminarMe ha impresionado la belleza de los edificios bilbaínos. De verdad que dan ganas de hacer la maleta y salir corriendo para el norte.
Me parece una iniciativa cultural extraordinaria. A ver si aprenden otras ciudades.
Gracias, Alicia, por trasladarnos a esa noche blanca y mágica.
Un abrazo.
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ResponderEliminarMaribel, asumiendo que en el norte en cualquier momento puede caer un chaparrón como el que está cayendo ahora, nunca se debe de descartar Bilbao como destino turístico. Siempre será mejor verlo a que te lo cuenten.
ResponderEliminarLa verdad es que me sorprendió muy en positivo este evento. Además agilizo el movimiento de dinero en hostelería y servicios, que buena falta hace. Respecto a la agenda cultural, en Bilbao es raro que no haya algún evento. Se trata de ir eligiendo los que interesan en la medida de que se disponga de tiempo.
Un abrazo.
Agilizó.
ResponderEliminarCompañeros, el hecho de que haya tenido que borrar varios comentarios es debido a que habían aparecido por duplicado. Creo que se resolverá cambiando de navegador.
ResponderEliminarNo sé cómo fueron las anteriores ediciones, Alicia, pero creo que te has incorporado a una de las más bellas. Yo me la pedí, pero intentaré estar en la del año que viene. Qué experiencia tan hermosa debió ser. Es como si las luces de las vidrieras, que tanto me gustan, se hubieran escapado de sus recintos tomando la ciudad.
ResponderEliminarBonita crónica, Alicia, espero que hayas recuperado el aliento, gracias por compartirla.
Besos y abrazos.
Mari Carmen, investigué sobre la anterior y de veras que creo que también fue magnífica. Hay tanto y tan variado que sin prisas se puede ir dando forma a la noche. Creo que algo fundamental fue tener de nuestro lado una climatología cómplice. Nuestra amiga la lluvia hubiese incomodado el desplazamiento de un escenario a otro y con ello las ganas de callejear.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un abrazo.
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