¿Qué se puede escribir cuando nos faltan las palabras?
Hace una semana nuestra compañera de camino y amiga Mari Carmen Azkona nos dejó más solos. En la etapa previa siento que he vivido otra vida dentro de mi vida, intentando no ceder ni un respiro a la desesperanza. No pudo ser. Desde entonces, me acerqué en varias ocasiones a la ventana del ordenador. Las primeras veces solo fui capaz de leer algún que otro correo electrónico con gestos de ánimo de compañeros y amigos. Entre líneas, se adivinaban momentos de sentimiento hacia Mari Carmen e intento de unir unas palabras que a mí me sirviesen de bálsamo. Todo el agradecimiento también a los que me llamaron por teléfono sin preguntar, no estaba para respuestas. En comunicaciones por wasap, fui salvando la situación con iconos e imágenes. Las horas fueron pasando y, finalmente, me atreví a ser yo la que contactase. Tal vez fui egoísta agregando más dolor con mis primeras palabras, pero tenía que decirles que no habían dejado de estar en las de ella a lo largo de su estancia en el hospital.
Los que nos deslizamos por este Foro La nieve queremos recordar con una sonrisa, ¿Por qué no? aquellos comienzos, allá por el 2010. No os perdáis cliqueando AQUÍ una de las primeras aportaciones de nuestra compañera.
“La nieve es un laberinto: uno se extravía en el folio, se desorienta frente a la pantalla... Encontrar un aliado en medio de la nieve, ver las huellas de otro rompiendo la monotonía blanca, ayuda a seguir caminando, a continuar escribiendo” Aster
Aquella primera etapa en La nieve supuso para Mari Carmen el tránsito de ser una gran lectora para iniciar su camino como escritora, coordinadora y gestora de actividades literarias.
Cliqueando en la imagen accederéis a la dimensión que llegó a alcanzar nuestra compañera.
Mientras seguía buscando mis propias palabras para dar cuerpo a esta entrada, volví a sumergirme en los textos de Mari Carmen. Muchos hemos hecho lo mismo, retroceder por los caminos andados, pasear por los textos escritos, en definitiva, seguir buscándola de la mejor manera que podíamos. Ahí entendí que para qué seguir en la búsqueda de palabras. Ella nos lo había dejado todo escrito en el texto Pura magia , contenido en su libro En el silencio de los puntos suspensivos.
“Nunca me han gustado las despedidas. Es mejor hacerlo así, calladamente, con una sonrisa. Quizás nuestros caminos se vuelvan a cruzar. Pero hasta entonces, recuerda siempre que la magia, la verdadera magia, está en lograr hacer de lo cotidiano algo extraordinario. Y tú sabes cómo hacerlo” Mari Carmen Azkona
Compañeros, amigos, familia, no nos queda otra. A seguir haciendo magia. Mientras estemos en esa tarea, daremos aún más sentido, si cabe, a todo su legado humano y cultural.
DEP