
El pasado jueves día 17 se daba el pistoletazo de salida a
la nueva edición de Bruma Negra. El lugar de la comisión del delito fue el
caserío Goñi Portal de Plentzia. Por delante tres
días de disfrute con una programación que difícilmente podía errar en el blanco de las
expectativas del público asistente. Tanto escritores noveles como veteranos nos
fueron llevando por lugares oscuros, peligrosos e inhóspitos mientras iban desentrañando
las tripas de sus últimas publicaciones, las cuales bien podríamos definir como
inquietantes, sobrecogedoras, arriesgadas o siniestras. No todos los autores llenan
sus arcas con “dinero negro” así que encontramos entre ellos diferentes perfiles
como abogados, una psiquiatra forense, una notaria, periodistas, profesores…
He de reconocer que los
encuentros técnicos de Bruma Negra tampoco nos dejan indiferentes. En esta
edición disfrutamos con la charla dada por la médico forense Idoia
Saenz-Trapaga. Muy, muy interesante.Habiendo disfrutado desde múltiples
aristas de todo lo que últimamente se cobija bajo novela negra, género noir, o thriller llegamos
a la parte final y más emotiva. Se trataba de, tras el interrogatorio de rigor
y la presentación de su nuevo libro, Mañas de Lagarto, la entrega a Jon Arretxe del Premio Bruma
Negra por toda su larga trayectoria. Los que habéis transitado por este espacio
gélido de La nieve sabéis que Jon llegó a la vida de mi alumnado en el 1997 con
sus charlas sobre viajes, que posteriormente fueron mis hijos los que leyeron
sus libros, finalmente fui yo la que se convertiría en su lectora con su
desembarque en el género negro. Digamos que forma parte del libro de mi vida.
En este foro fui dejando reseñas de sus publicaciones y encuentros en
diferentes eventos literarios. Comentar que para noviembre está programada en la TVE1 la serie basada
en las aventuras de Touré, protagonista principal de diez de sus novelas y que ya está en camino la próxima. Se trata de un inmigrante guineano asentado
en Bilbao, se gana la vida como improvisado detective resolviendo
casos que afectan a los vecinos del barrio. Jon siempre
dice que es vago. Que no inventa tramas. Que se sienta a mirar, que espera, y
que de ahí va sacando información para construir su obra. Así que no sabemos
seguro si cuando la suerte pasó por su vida le pilló mirando o escribiendo.
Como
colofón se hizo entrega del Premio de Relato Bruma Negra a Miguel José Izu Belloso por
su relato “Un
suicidio presagiado” y “Javier Abasolo” Ipuin-Lehiaketa a Iñigo
Legorburu por “Fifty-fifty”. AQUÍ el enlace al gran agujero negro de los encuentros donde próximamente editarán los libros digitales con los relatos ganadores y finalistas
Es de justicia poner en valor
la gran labor de los presentadores y moderadores de las diferentes sesiones. En
todos los casos, además de entrevistas y coloquios dinámicos, destilaron el meticuloso trabajo previo de lectura, investigación y
elaboración. Zorionak guztiei!
He dejado para el final al
“hombre de negro”, Juan Mari Barasorda. Junto a un excelente equipo de
colaboradores y amigos ha vuelto a conseguir que bajo la dirección de su batuta
haya sonado de nuevo de forma ordenada y armoniosa esa secuencia de notas
negras que es Bruma Negra. Enhorabuena. A cargar las armas para la siguiente
edición.