A día de hoy el amor, en el sentido más amplio, acaso sea el sentimiento más barato. Alguno de vosotros me podría decir que también están las sensaciones producidas por los recuerdos y los sueños. Recuperar los primeros a veces nos puede causar dolor y los segundos bien nos pudieran llevar a la frustración si lo que pretendemos es que todos se conviertan en realidad. Así que un año más el martes 14 de febrero procedíamos a intentar convertir ese día en un día distinto. Se trataría de disfrutar de una visita guiada a un museo dejando que nos desvelasen todos los secretos de los romances que la diosa, conocida como Afrodita o Venus, mantuvo tanto con humanos como con otros dioses.
El Museo tituló esta visita como
‘Siete novios para siete Venuses’.
La visita fue en el
Museo de las Reproducciones de Bilbao, el gran desconocido a pesar de ser el segundo más famoso del mundo por la cantidad y calidad de sus obras tras el Museo Victoria & Albert de Londres
Las obras seleccionadas para esta amorosa celebración fueron ‘Afodita y Dione’ del Partenón, ‘Venus Itálica’ de Cánova, ‘Venus agachada’, ‘Venus de Milo’, ‘Venus de Cnido’ y ‘Venus del Esquilino’, así como el cuadro ‘El Juicio de Paris’, de Rubens.
Cada una de estas obras, que el Museo exhibe actualmente en sus salas, se puso en relación con alguno de los apasionados amoríos vividos por Venus. Así, por ejemplo, conocimos cómo Afrodita le fue infiel a su marido, Hefesto, con el dios Ares, señor de la guerra. Los amantes fueron sorprendidos por Helios, quien no tardó en contárselo a Hefesto. El marido, muerto de celos, tejió una red finísima e irrompible de bronce, que colocó en la cama de Ares. Al reunirse los amantes, la red envolvió a ambos y así los exhibió Hefesto ante los demás dioses, para vergüenza de Afrodita y Ares.
De este romántico episodio se derivaron el resto de aventuras amorosas que Venus mantuvo con otros dioses del Olimpo. En la visita guiada supimos también de sus idilios con los dioses Hermes y Dionisio. Pero los humanos también quedaron prendados de la belleza de la diosa. Así, no faltó el relato de sus romances con Anquises y Adonis, considerado el más bello de los hombres, que cayeron hechizados por la sensual Venus, al igual que Boutes y Faetón.
En relación con el cuadro de Rubens, Itziar Martija, encargada del área de educación del museo, nos explicó el Juicio de Paris. El dios Zeus pidió a Paris que eligiera la más bella entre las diosas Atenea, Hera y Afrodita. El hermoso Paris eligió a Afrodita, pues esta le prometió el amor de Helena de Troya, considerada la mujer más bella de la tierra. Cuando Paris fue a reclamar a Helena, desencadenó, sin pretenderlo, la histórica Guerra de Troya.
De veras que al oír esas historias de celos, lujurias, erotismo, infidelidades, amores, desamores…, pudiera parecer que correspondiera a algún programa de la hoy llamada prensa rosa o del corazón. A reseñar que hacia la mitad del itinerario hubo una conexión en directo con EITB en la que los oyentes tuvieron ocasión de saber en directo nuestras opiniones al respecto de la visita que estábamos llevando a cabo.
Como colofón a una tarde distinta nos regalaron piruletas en forma de corazón, una chapa representando el Templo Circular de Venus y una imagen en resina de 16 cm de la diosa Bastet en forma felina. Venerada en la mitología egipcia, su misión era proteger el hogar y simboliza la alegría de vivir, pues se considera la deidad de la armonía y la felicidad.
La música para esta ocasión, y para que quede en el recuerdo de este foro, es la maravillosa canción “Siempre te amaré” de la recientemente desaparecida
Whitney Houston. Nada empañará el haber sido la cantante más premiada-415 premios-, más de 17.000 discos vendidos, una de las voces más prodigiosas y una de las canciones de amor más escuchadas, esta en concreto.